La NBA ha sancionado con 2 partidos de suspensión al jugador de los New Orleans Hornets Jason Smith por su dura falta sobre Blake Griffin en el partido que enfrentó a su equipo frente a los Clippers. Un castigo que se antoja corto ante un episodio tan lamentable.
Restaban algo más de 4 minutos para el final cuando Smith decidió cortar un contrataque de los Clippers cargando con el hombro sobre el cuerpo de un Griffin lanzado a la carrera como si de un jugador de hockey sobre hielo se tratase. Una acción dura e injustificable que podría haber causado una lesión al jugador de los Clippers y que fue señalizada como falta flagrante y provocó su expulsión.
Pero lo peor no fue la acción en sí, sino lo que ocurrió después. Unos hechos bochornosos, una vergüenza para el baloncesto que hubiera justificado un castigo aún mayor.
Jason Smith no mostró el más mínimo arrepentimiento por su acción y se encaró con varios jugadores de los Clippers que fueron a por él tras ver cómo golpeaba a Griffin. La trifulca no llegó a más, pero lo más lamentable llegó después.
Smith fue expulsado y se marchó hacia el vestuario saludando y jaleando al público, orgulloso de lo realizado, y vitoreado por un amplio sector de la afición local que con sus injustificables aplausos ‘premiaba’ su actuación sobre la pista, una actuación tan indigna como la de esos supuestos aficionados que anoche hicieron sentir vergüenza ajena a millones de seguidores de la NBA en todo el mundo.
Imágenes de la falta de Smith sobre Griffin y su marcha a vestuarios