Ha sido un visto y no visto, un suspiro triste. La relación de los Ducks de Beijing, equipo de la liga china de baloncesto (CBA), y el base Steve Francis ha durado menos de 15 días. El tiempo suficiente para comprobar cómo la ex estrella de la NBA no está para vestirse de corto.
Del fin de la efímera carrera de Francis en China da cuenta el portal Sportando. Y es que el armador estadounidense llegó a la capital china el pasado 14 de diciembre. Hace sólo 13 días.
La estancia de Francis en China ha sido lamentable y su rendimiento sólo se puede calificar como ridículo. Y es que el ex de los Rockets, el que fuera 3 veces All-Star en la NBA, arrastró su nombre por el Lejano Oriente.
Las estadísticas de Steve Francis desde que debutara en la liga (jugó 17 segundos en su debut) lo dicen todo: 0,5 puntos en 4 minutos de juego. Le ha dado tiempo a disputar 4 partidos. Bochornoso.
Por si fuera poco, la Federación China de Baloncesto emitió hace unos días "un aviso serio" al jugador estadounidense por su "comportamiento incívico" en un partido de máximo nivel, el que su equipo ganó por 80 a 78 a los actuales campeones de la liga, los Guangdong Tigers. Francis, molesto por haber sido cambiado, hizo un gesto poco educado al cerrar su puño y extender su dedo corazón cuando se dirigía a la banda.
¿La última oportunidad?
La larga ausencia de las pistas (estuvo casi 2 años sin jugar prácticamente) ha pasado factura al otrora brillante base, que ha cavado su tumba profesional, vista su incapacidad para formar parte a sus 33 años de una liga como la china.
Francis había sido fichado por los potentes Beijing Ducks, propiedad de Yao Ming, siendo uno de los grandes alicientes de una competición plagada de ex jugadores de la NBA, pues en China juegan jugadores como Stephon Marbury, Ricky Davis, David Harrison, Fred Jones, Rodney White, James Singleton, Josh Boone o Javaris Crittenton, entre otros. Una lista en la que no se sabe si pesa más la calidad o la conflictividad.
La liga está vinculada a la NBA y se está potenciando mucho debido a los intereses comerciales que la liga profesional estadounidense tiene en el Gigante Asiático. Eso sí, episodios como el de Francis no ayudan a la imagen de la NBA en China. Está claro.