El dueño de los Portland Trail Blazers se ha sentido obligado a responder a los múltiples rumores sobre la posible salida del equipo de su general manager, Kevin Pritchard. Lo ha hecho en un comunicado en el que respalda a Pritchard aunque no deja claro su futuro.
Los cierto es que de las palabras de Paul Allen no han convencido a muchos de los aficionados que estos días han mostrado su apoyo a Pritchard en las gradas del Rose Garden y en los foros y redes sociales de internet. En Portland, son pocos los que quieren que se marche el hombre que ha transformado el equipo para bien en los últimos años.
“Apoyo a cualquiera que trabaje para mí, incuyendo a Kevin Pritchard, de ahí que sea nuestro director general”, rezaba el comunicado de Allen, “Todos tenemos el mismo objetivo, conseguir otro campeonato de la NBA para la estupenda afición de Portland”.
Un apoyo carente de entusiasmo
No son pocos los que han considerado el tono de las palabras de Allen como frío y lejos del que se espera de alguien que realmente expresa confianza en el futuro de una relación profesional. De hecho, no ha querido ser específico sobre ese futuro.
”No vamos a tomar hoy más decisiones a largo plazo. Cuando la temporada termine evaluaremos la mejor manera de llevar adelante a los Trail Blazers.”, aseguraba Allen en su comunicado en el que insistía en que “no hay ninguna diferencia respecto a la forma en que hemos procedido las últimas 21 temporadas”.
Unas palabras muy parecidas a las pronunciadas hace unos días por Larry Miller, presidente de los Blazers, y que dan pie a muchos a pensar que la cabeza de Pritchard rodará una vez acabe la temporada.