Manu Ginóbili sigue creciendo y bien que lo agradecen sus Spurs. Anoche, el de Bahía Blanca firmó 28 esplendorosos minutos en los que rozó el triple-doble. También brilló en la jornada otro argentino, Luis Scola, que dominó los tableros en el triunfo de los Rockets sobre los Hornets.
Un gran último cuarto dio la victoria al equipo de Adelman, con 13 puntos y 12 rebotes de Scola y otros 13 tantos de Ariza.
Mientras, San Antonio ponía los cimientos del triunfo ante Minnesota en la primera parte y contemplaba cómo dos jugadores muy importantes empezaban a adquirir su nivel: Richard Jefferson y un enorme Emanuel Ginóbili.
Oklahoma City, por su parte, encadenó su cuarto triunfo al derrota a unos apáticos Wizards.
San Antonio 117 Minnesota 99
Los Spurs se presentaron ya en el descanso con un convincente 66-52 tras anotar 37 puntos en el segundo cuarto. Y a partir de ahí no tuvieron rival.
Fue el encuentro un bálsamo para los de Popovich, pues fueron varias las noticias positivas con las que se encontró el equipo. La principal: el despegue en el juego de Richard Jefferson y Manu Ginóbili.
El internacional argentino sigue creciendo y cada vez hace más cosas, aquéllas que hizo siempre. Ante los Wolves, sin ir más lejos, estuvo a punto de firmar un triple-doble en sólo 28 minutos de juego. Sus números no tienen desperdicio: 14 puntos, 10 asistencias, 9 rebotes y 3 robos por 1 sola pérdida, anotando además 3 de 6 en el triple para alcanzar una valoración de 29.
Su papel fue fundamental en el discurrir del partido, tal y como reconoció el entrenador rival, Kurt Rambis, que se declaró un ferviente admirador de Ginóbili por todo el juego que el argentino lleva dentro tanto en ataque como en defensa y por todo el estímulo que su actitud contagia al resto de sus compañeros.
Uno de los contagiados fue Jefferson, que por fin vio canasta y acabó con 24 puntos. Y otro fue el suplente Roger Mason, que se fue a 18 unidades. Tanto Jefferson como Mason acribillaron a los Timberwolves desde el triple, con 4 de 7 cada uno.
Fue ésta una de las claves del encuentro. Los locales anotaron 12 de sus 24 lanzamientos desde más allá del arco. Además, movieron el balón con maestría, una circulación fluida que les llevó a asistir ¡32 de sus 41 canastas!. Y por si fuera poco, hasta corrieron los Spurs el contraataque, para hacer así 29 puntos.
Con tal grado de precisión en el juego, los texanos pudieron disfrutar de un triunfo cómodo sin forzar a Parker y Duncan, que hicieron buenos números sin necesidad de impresionar.
Mientras, el equipo visitante se sintió impotente a pesar de contar con un dúo amenazante en la pintura: Al Jefferson hizo 20 puntos y 8 rebotes y Kevin Love se fue a 18 y 12. Flynn completó el trío anotador con 17 tantos, aunque repartió poco juego.
Houston 108 New Orleans 100
Los Hornets hicieron un enorme tercer cuarto (13-31) y accedieron al último acto 8 puntos arriba impulsados por la noche mágica de Chris Paul y David West, pero en los últimos 12 minutos se les hizo de noche.
El inicio de ese último cuarto supuso una dura sacudida al partido. Un parcial de 23-4 llevó el marcador a un cómodo 97-86 para los locales en plena efervescencia de Shane Battier. Y los Hornets ya no se levantaron.
De nada sirvió la lección de baloncesto de Paul (triple doble con 16 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias) ni de West (44 puntos y 12 rebotes). El resto de sus compañeros estuvieron fuera de juego y la lucidez del dúo nunca se expandió hacia otros miembros de la plantilla.
En Houston fue otra cosa. Para empezar, otro argentino ejerció de pegamento perfecto en el juego texano. Fue Scola, que aportó 13 puntos, 12 rebotes y 3 asistencias en 32 magníficos minutos en los que encestó 5 de sus 10 tiros dobles. El otro hispano del equipo, Ariza, también hizo 13 tantos, pero no brilló tanto como Scola.
Pero los Rockets fueron algo más que Scola y Ariza. De hecho, su tripleta ofensiva estuvo configurada por Brooks -27 tantos con 5 de 7 triples-, Battier -20 con 5 de 8 desde la lejanía- y Landry -18 tantos-. Porque los Rockets, como los Spurs, zarandearon a su rival también desde la línea triple (12 de 23).
Ese último cuarto perfecto (34-18) dio el triunfo al equipo de Adelman, que sigue manejándose con criterio sin la presencia de McGrady.
Washington 98 Oklahoma City 110
Desde que los Thunder perdieran por escaso margen ante los Lakers, el equipo ha encadenado 4 victorias consecutivas dando muestras de una solidez notable en su juego.
En Washington volvió a mostrar sus armas, lideradas por un arma de destrucción masiva llamada Kevin Durant, que hizo añicos al rival con 35 puntos y 11 rebotes. Jeff Green fue su escudero perfecto (18 tantos) y Russell Westbrook, el hombre que siempre suma (11 puntos, 10 asistencias y 7 rebotes). Además, el novato Harden cumplió desde el banquillo.
Todos estos elementos sumaron para decidir en el último cuarto un encuentro hasta entonces igualado. Porque los Thunder terminaron el encuentro con un 54,4% en el tiro de campo y 10 de 18 en el triple.
Los Wizards no supieron salir del hoyo tras venir de perder en la prórroga en Memphis. Jamison -28 puntos- y un completo Arenas -24 con 7 rebotes, 8 asistencias, 3 robos y 4 triples- fueron sus mejores opciones, pero el mal partido de Butler y el aún peor de la suplencia (2 de 14 en el tiro) dejaron al equipo nuevamente sin comer.
Los Thunder siguen en buena línea, pero el Oeste es salvaje. Suman 17 victorias por 14 derrotas y no están en los playoffs porque son novenos.