Tratar de ser un padre responsable le está costando a Gilbert Arenas salir en todos los periódicos. Todo ha ocurrido después de que los Wizards emitieran un comunicado sobre la presencia de armas en la taquilla del vestuario del jugador en el Verizon Center, algo prohibido por la NBA.
La NBA no tiene ninguna norma que impida a los jugadores poseer armas, ese derecho tan esencial para algunos norteamericanos, pero sí las tiene en contra de que los jugadores las introduzcan en instalaciones de la liga o las porten en cualquier acto relacionado con ella.
Los Wizards emitieron un comunicado en el que afirmaban haber “tenido conocimiento de que Gilbert Arenas almacenaba armas en un recipiente cerrado dentro de su taquilla, descargadas y sin munición” y aseguraron que tanto la franquicia como el jugador notificaron la situación inmediatamente a las autoridades locales.
No las quería cerca de sus hijos
La razón de todo el lío es, según ha explicado Gilbert Arenas al diario Washington Times, la intención del jugador de deshacerse de las armas que almacenaba en casa tras el nacimiento de su tercer hijo, la pequeña Hamiley Penny, el pasado 9 de diciembre.
Al día siguiente de nacer su hija, Arenas las llevó al Verizon Center donde las guardó en su taquilla a la espera de saber qué hacer con ellas, ya que en el D.C., a diferencia de otros estados norteamericanos, transportar armas está prohibido. Una semana después, decidió entregárselas a los responsables de seguridad de los Wizards con la intención de que estos se las hicieran llegar a la policía del Distrito Federal.
La estrella de los Wizards ha restado importancia al asunto y ha reiterado que lo único que quería era alejar las armas de sus hijos. “Después de que naciera mi hija, fue como, no necesito esto nunca más. No las quiero cerca de mis hijos.”, ha dicho sobre las armas el jugador, que asegura que tanto él como la franquicia están colaborando con la liga y las autoridades para resolver este asunto.