Los Sixers de Filadelfia y su afición vivieron ayer un momento de intensa nostalgia en la que fue su pista durante casi 30 años, el Wachovia Spectrum. El equipo se trasladó de su actual pista, el cercano Wachovia Center, a su antiguo hogar para jugar un último partido de despedida y homenajear a una instalación que, como ya informamos este verano, será demolida próximamente.
En el Spectrum, los Sixers vivieron grandes momentos, como la consecución de su único título de campeones en la temporada 1982-83. Precisamente anoche, en el descanso, varios de los más destacados miembros de la plantilla campeona participaron en el acto de homenaje.
Allí estaban Julius Erving, Moses Malone, Earl Cureton, Franklin Edwards, Marc Iavaroni, Clemon Johnson, Reggie Johnson y Bobby Jones, además de Wali Jones, miembro del equipo de la temporada 1967-68 que estrenó la pista.
Atrás quedan los 1.240 partidos disputados sobre el parquet hasta 1996 y las 804 victorias conseguidas bajo la atenta mirada de los 15.120.536 espectadores que se sentaron en sus gradas para ver los 136.548 puntos anotados por su equipo, casi 5.000 más que sus rivales.
Toda esa historia será polvo y escombros en breves fechas. Tras el derribo, un centro comercial y de entretenimiento se erigirá sobre el solar ocupado hasta ahora por el Spectrum.