JORNADA NBA / TEMPORADA REGULAR 2008-2009

Chicago Bulls ahonda la crisis de Dallas Mavericks

Detroit vence a los Warriors y sigue en los puestos cabeceros

Nocioni anota 4 puntos, Herrmann apenas juega y Barea desaparece de la rotación

hispanosnba.com |

Ya son 6 derrotas en 8 partidos. La crisis de resultados y de confianza de los Mavericks parece no tocar fondo. Esta vez fueron los Chicago Bulls de Andrés Nocioni los que se llevaron por delante de forma inmisericorde a Dallas, que ni recuperando a Josh Howard fue capaz de levantar cabeza.

La de anoche no será una jornada recordada por el baloncesto hispano, que pasó de puntillas, sin hacer el menor ruido, por 2 de los 3 partidos disputados el 13 de noviembre.

En el Chicago-Dallas, Nocioni, que fue el mejor hispano de la noche, anotó 4 puntos en los 29 minutos que disputó. Eso sí, en su descargo hay que decir que llevó a cabo un más que interesante trabajo defensivo.

Peor le fueron las cosas en ese partido al boricua José Juan Barea, un hombre que ha caído en desgracia y que en los últimos partidos ha quedado fuera de la rotación de Carlisle.

Mientras, otro jugador que ha caído a los puestos traseros de la rotación de su equipo ha sido el argentino Walter Herrmann. Ayer, en la victoria de Detroit en Oakland apenas jugó 3 minutos.

Chicago 98 Dallas 91

Regresaba a Dallas Josh Howard tras permanecer 2 partidos en el dique seco y su regreso generó el ‘Efecto Josh’, que se pareció mucho a una tormenta tropical, es decir, descargó con una fuerza inusitada y en un momento se diluyó como un azucarillo en el café.

La derrota de los Mavs en el United Center fue de traca. Y es que ese ‘Efecto Josh’ dejó helada a la grada, que tuvo que frotarse los ojos al ver un inicio de partido demoledor. En los primeros 6 minutos el parcial para los texanos era de 5-24 y Josh Howard había anotado 11 puntos. Los Mavericks eran un equipo desbocado, una máquina de hacer baloncesto, una trituradora deportiva.

Pero poco le duró la alegría a los de Carlisle. Sin prisa, pero sin pausa, los locales comenzaron a jugar su baloncesto a la par que los visitantes empezaban a entrar en un océano de dudas que fueron creciendo conforme avanzaba el encuentro.

Los Bulls ya habían recuperado el mando al descanso (51-50), pero la cosa no quedó ahí, ya que desde que la curva ascendente de Chicago se cruzó con la descendente de Dallas el desequilibrio se hizo aún más patente.

A más iban los de Del Negro y a menos los de Carlisle. Lo hacían hasta tal punto que a 6:27 para la conclusión del partido los Bulls ya dominaban a su rival por 17 puntos (96-79). El partido estaba sentenciado. Y es que desde aquel arrebatador 5-24 el parcial del resto del partido hasta esos 17 puntos de ventaja se cifró en un escandaloso 91-55.

A pesar de que su efecto resultó efímero, Josh Howard fue uno de los mejores de Dallas al anotar 21 puntos y 11 rebotes, si bien su exceso de deseo, debido sin duda a su ausencia anterior por lesión, y su falta de cabeza le llevaron a empecinarse de forma errática en el tiro hasta firmar un horrendo 7 de 23 en el lanzamiento de campo.

En realidad, el mejor del peor equipo fue Dampier (16 puntos, 18 rebotes y 3 tapones). Un dato ciertamente esclarecedor.

Nowitzki volvió a firmar otra nublada actuación. Hizo 12 puntos con 5 de 17 en el tiro, al nivel que mostró anteriormente con los Lakers.

La pareja Howard-Nowitzki firmó, en definitiva, 12 aciertos en 40 tiros, un lastre tremendo para un equipo en el que tampoco funcionó Kidd y en el que Terry fue de los pocos que puso un poco de serenidad en el juego. Pero su equipo acabó con un 36,8% en el tiro.

En el otro bando hubo otro modo de entender el baloncesto, más amable, más sereno, más equilibrado. Un ejemplo de ello fueron las 6 pérdidas que todo el equipo cometió en todo el partido. Una cifra increíble que llama la atención, y cuyo ejemplo más extremo fue el base novato Derrick Rose, que en 42 minutos no perdió ni un solo balón.

La estrella local fue Ben Gordon, que anotó 35 puntos. Pero también estuvieron muy bien Luol Deng (20 puntos y 9 rebotes) y Derrick Rose (16 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias).

Además, para colmo de bienes, regresó a las canchas Larry Hughes, que tras sanar su hombro dislocado pudo por fin debutar en la temporada regular y jugar 13 minutos. Y también se vistió de corto, tras 2 partidos de ausencia por lesión, Drew Gooden.

No fue, sin embargo, el partido de los jugadores hispanos. Para Nocioni, al menos, fue una noche aceptable. Su equipo ganó, él jugó 29 minutos y aunque no estuvo fino en ataque sí lo estuvo en defensa. Terminó con 4 puntos, 4 rebotes y 2 tapones, errando los 5 lanzamientos que hizo. Peor le fue a Barea, que ni siquiera saltó a la pista.

Golden State 102 Detroit 107

Los Pistons parecen adaptarse con rapidez a la llegada de Allen Iverson y tras perder los 2 primeros partidos con su nueva estrella han ganado los 2 siguientes.

Esta vez la víctima fueron los Warriors de Don Nelson que plantaron cara, y mucha, al equipo en el que está inmerso el argentino Walter Herrmann. Un Herrmann, por cierto, que empieza a tener algunos problemas para hacerse con un hueco significativo en la rotación, si bien es verdad que en los últimos días ha arrastrado problemas físicos.

Anoche, el de Venado Tuerto apenas estuvo en cancha 3 minutos, tiempo en el que dejó a 0 todo su casillero estadístico salvo el de las faltas personales, ya que cometió 3 en 3 minutos, lo que da una prueba ajustada de lo descentrado que estuvo.

Pero centrándonos en el partido, hay que decir que los Pistons jugaron con todo, es decir, ninguno de sus hombres esenciales se escondió. Iverson terminó con 23 puntos y 9 asistencias, aunque estuvo fallón en el tiro, Wallace se fue hasta los 19 puntos y 11 rebotes y Prince firmó 10 puntos y 16 rebotes, si bien el partido más completo correspondió a Hamilton (24 puntos, 6 rebotes, 7 asistencias y 4 recuperaciones).

Sin embargo, de todos ellos fue Wallace el que mejor representó las dos caras de la moneda en el último cuarto: la mala suerte se tradujo en una autocanasta contra tablero que se convirtió en la jugada tonta del partido y la buena la representó el propio Wallace con la canasta que desequilibró realmente un choque muy igualado. Faltaba 1:06 para el final y supuso el despegue definitivo de los visitantes (93-100).

Si a esos 4 grandes jugadores le sumamos la gran solvencia mostrada, como es habitual, por la suplencia es fácil entender el poderío de los de Michigan, que ya firman un 6-2 en el arranque de campaña.

Mientras, en Golden State los 5 titulares superaron con creces los 10 puntos pero no alcanzaron en ningún caso la veintena. El mejor fue el letón Biedrins (17 puntos y 19 rebotes), seguido de un sorprendente Watson, que anotó también 17 pero que demostró que no tiene alma de base, ya que no ofreció ni una sola asistencia a sus compañeros en 35 minutos y perdió 4 balones.

Por ello, el trabajo real de repartir juego tuvo que hacerlo Stephen Jackson, que acabó con 9 asistencias. Pero ese esfuerzo adicional le impidió estar fino en el tiro (15 puntos con 5 canastas de 19 intentos).

Los Warriors contaron con la presencia de Maggette, que se había perdido 4 partidos por una lesión, pero ni Maggette fue la solución ni el perímetro la panacea, ya que, de hecho, el tiro exterior fue una falla grave en el sistema de Nelson (1 de 9 en triples).

Los Pistons fueron por debajo en el marcador hasta que se pusieron las pilas en el tercer cuarto y con un parcial de 2-17 se llevaron el período por 20-34 y se metieron de lleno en un partido que acabaron ganando.

Partido sin jugadores hispanos

El tercer partido de la noche emparejó a 2 equipos sin hispanos. En Ohio, Cleveland derrotó 110 a 99 a Denver y se situó con una fantástica trayectoria de 7 triunfos y 2 derrotas.

LeBron James (22 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias) y Mo Williams (24 puntos y 6 asistencias) fueron los mejores. Y Daniel Gibson convenció como sexto hombre –15 puntos-.

En Denver, destacó sobre todo Billups (26 puntos y 6 asistencias con excelentes porcentajes de tiro), mientras que Anthony y Smith anotaron cada uno 18.

La victoria local se fraguó a partir de 3 datos espectaculares: anotaron el 57,3% de sus tiros de campo, sólo perdieron 9 balones y mejoraron notablemente su defensa tras el descanso, pasando de encajar 61 puntos a recibir tan solo 38.