Ya se conocen las cifras que servirán de referencia a los equipos a la hora de llevar a cabo sus contrataciones. La NBA, tras los pertinentes cálculos en función de los ingresos obtenidos la temporada anterior, ha establecido el tope salarial en 58,68 millones de dólares, un 5,5% por encima de los 55,63 millones de la temporada anterior.
Muchos equipos estaban esperando la publicación del límite salarial para conocer exactamente su margen de maniobra de cara a las ofertas que se preparan estos días en el mercado de agentes libres.
El salario medio, que marca el valor de la excepción de nivel medio, ha sido establecido en 5,585 millones de dólares y el nivel de penalización en 71,150 millones. Por cada dólar en que la masa salarial de un equipo supere esta última cifra, éste se verá obligado a pagar un dólar adicional de penalización. El dinero recaudado con estas penalizaciones (‘luxury tax’) se redistribuye posteriormente entre todas las franquicias.