Jornada suave la del 13 de marzo, pues sólo incluía tres partidos, de los cuales uno afectaba a dos equipos con jugadores hispanos. En ese encuentro, disputado en las gradas no muy pobladas del Arco Arena, los Sacramento Kings de Francisco García se deshicieron de los Portland Trail Blazers de Sergio Rodríguez por 96-85. Ninguno de los dos jugadores de origen hispano tuvieron protagonismo. El dominicano García terminó con 5 puntos, 5 rebotes, 2 asistencias y 2 robos en 23 minutos y el español Rodríguez estuvo en cancha 6 minutos en los que anotó una canasta (2 puntos) y capturó 1 rebote.
La victoria de los californianos aleja al equipo de Oregón de la posibilidad de jugar los playoffs del Oeste, una opción, todo hay que decirlo, cada vez más remota tanto por los partidos que le separan del octavo clasificado (Portland tiene 34-32 y los Warriors 40-24) como por la calidad que atesoran todos los equipos que le anteceden en la clasificación.
El mejor del partido fue, sin duda, Ron Artest, que dio muestras de cómo ha de liderar un baloncestista el juego de su equipo. Y es que el polémico alero dominó el partido en los dos lados de la cancha: en ataque -fue el máximo anotador del partido con 22 puntos- y en defensa -robó, nada más y nada menos, que 6 balones-.
Junto a Artest, el base local, el esloveno Beno Udrih, se movió nuevamente en números más que interesantes y, lo que es más importante, dirigió a los suyos con criterio. Udrih acabó con 14 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias y en compañía de Artest y de un gran planteamiento defensivo colectivo hizo olvidar el desastroso rendimiento de Kevin Martin, que acabó con 6 puntos y una serie de tiro de 2 de 11.
Gran defensa de Sacramento
El encuentro lo ganaron los Kings atrás. La defensa del conjunto que dirige el exjugador Reggie Theus nada tuvo que ver con la fragilidad exhibida en los últimos partidos. Sacramento llevaba 11 partidos seguidos recibiendo un centenar de puntos o más y con ese coladero defensivo el balance de victorias había sido muy pobre.
Ante Portland se borraron de un plumazo todos esos problemas, si bien el bajo resultado también hay que achacárselo al gusto del entrenador visitante, Nate McMillan, por el juego controlado, las posesiones largas y el buen trabajo defensivo.
Sin embargo, el arranque del encuentro hacía presagiar que el partido iba a discurrir por otros derroteros. Y es que los primeros 12 minutos concluyeron 34-27.
Esa alegría inicial se trocó en seriedad argumental cuando los entrenadores y los jugadores empezaron a ajustar sus sistemas. No hubo mejor prueba de ese camino hacia la contención que el tercer cuarto, que deparó un marcador exiguo (14-19). En el equipo de la ciudad de la lluvia, sus dos mejores jugadores brillaron por encima de sus compañeros. Roy hizo, en su línea, un partido muy completo con 21 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, mientras que Aldridge se fue hasta los 20 tantos.
Sacramento tiró mejor en general a pesar de que su porcentaje en los triples resultó decepcionante (4 de 19, un 21,1%). Ese lastre lo equilibró Portland perdiendo 20 posesiones a lo largo del partido y siendo incapaz de inquietar a su rival en el rebote ofensivo, una faceta que se convirtió en una de las claves donde se fraguó la victoria local. Los Kings cerraron de forma excelente su rebote defensivo, ya que de los 37 rebotes que se pelearon en su tablero sólo concedieron 5 a su rival. Además dominaron la pintura en el terreno anotador (34-22).
Tras este partido, Portland sigue ocupando la décima plaza en la Conferencia Oeste y Sacramento la undécima.