Houston Rockets accedió a su decimocuarta victoria consecutiva del modo más sencillo posible: decidiendo el partido en su inicio. Lo hizo a pesar de no contar con Yao Ming, si bien es verdad que la empresa no resultó excesivamente llamativa al tener como rival a Memphis Grizzlies, uno de los peores equipos de la liga, tal y como atestiguan sus siete derrotas consecutivas.
La distancia entre uno y otro quedó reflejada perfectamente en el marcador final (116-95) y el estado de concentración de ambos equipos y su porcentaje de implicación en la competición tuvo su espejo en un parcial inicial de 23-2 que dejó el choque visto para sentencia en un abrir y cerrar de ojos. El primer cuarto finalizó 37-17.
Los Rockets del argentino Luis Scola ya no tuvieron que hacer a lo largo de los 48 minutos ningún sobreesfuerzo más ante los Grizzlies de Juan Carlos Navarro. El ala-pivot de Houston terminó con 15 puntos, 5 rebotes y 5 robos de balón en 28 minutos y el escolta español acabó con 11 puntos, 4 capturas en los tableros y 1 pase de canasta en 25 minutos. Ambos fueron titulares.
Iavaroni volvió a sorprender a lo largo del choque y en ocasiones dio la sensación de que anda tan perdido como la franquicia en la que trabaja como entrenador. Así, puso a Cardinal en el cinco titular y en algunos momentos del partido jugó con tres bases a la vez al coincidir en cancha Conley, Lowry y Crittenton. Precisamente estos dos últimos fueron los únicos que se salvaron de la quema en Memphis. El jovencísimo Crittenton, llegado de los Lakers, anotó 22 puntos y Lowry 18 con 6 asistencias.
Al descanso se llegó con 60-41 y con la estrella de los Grizzlies, Rudy Gay, con 0 puntos en 21 minutos en la cancha tras errar sus 7 tiros de campo. Un lastre al que se unió otro de los pilares de Memphis, el pivot Warrick, que firmó igualmente un malísimo porcentaje de tiro.
Superioridad generalizada
La superioridad de los locales se hizo patente en casi todos los registros estadísticos, así como en el dominio del tiempo del partido y de los movimientos en la cancha. Houston tiró muy bien (50,6%) y Memphis muy mal (38,5%); los de Adelman capturaron 53 rebotes por 40 los de Iavaroni, a lo que hay que sumar los 13 tapones que Scola y compañía le pusieron al equipo de Navarro; y en asistencias la diferencia también fue notable (24-13).
Los locales llegaron a obtener una ventaja cercana a los 30 puntos liderados por su estrella Tracy McGrady (25 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias), que estuvo bien apoyada por Scola, Head y Landry, todos ellos con 15 puntos.
Especial mención merece el veteranísimo Dikembe Mutombo (41 años), al que le ha tocado el 'papelón' de sustituir al lesionado Yao Ming. En plena edad de jubilación baloncestística, el africano dominó como quiso los tableros con 13 rebotes y 4 tapones, dejando en evidencia a jugadores jóvenes de supuesto futuro (aunque en algunos casos ya se puede hablar, como sigan así, de porvenires truncados). Los Milicic, Kwane Brown, que apenas jugó, y compañía volvieron a hacer el ridículo. Un ridículo al que se sumó también el solvente Warrick.
Seis jugadores de los Rockets superaron los 10 puntos, demostrando que hay vida después de Yao Ming, o al menos hasta que se enfrenten a un rival serio. Houston termina el mes de febrero sin perder ni un solo partido. Un auténtico hito. Pero el final del invierno resultará, a buen seguro, mucho más crudo.