Miami Heat está muy interesado en reforzar el puesto de base de cara a la próxima temporada, toda vez que en la actualidad no cuenta con un armador puro que ofrezca la suficiente garantía.
Pat Riley no está satisfecho con el rendimiento de sus organizadores y está convencido de que la reconstrucción del equipo ha de partir desde el puesto de creación de juego, intentando liberar a Wade de dicha tarea con el fin de que eleve su productividad desde la posición de escolta.
Como decimos, el puesto de base es una de las grandes carencias de los de la franquicia de Florida. Jason Williams parece estar iniciando ya desde hace tiempo cierto ocaso deportivo, el joven Smush Parker está sancionado por motivos extradeportivos y Chris Quinn no es un director de juego suficientemente fiable.
Pero una cosa es el objetivo trazado y otra las opciones reales, ya que el mercado en el puesto de base no está muy abierto.
La primera opción que baraja el cuerpo técnico, según se hace eco la prensa local, concretamente el Sun Sentinel, es la del internacional español José Manuel Calderón, pero su llegada a Florida es casi inviable al tratarse de un agente libre restringido, es decir, que al acabar la temporada su actual equipo, Toronto, puede quedarse con el jugador siempre que iguale las ofertas económicas que otros conjuntos hagan por él.
Este escollo es muy importante, más aún teniendo en cuenta que para poder apostar fuerte por Calderón los Heat tendrían que lograr que Shawn Marion renuncie al último año que le queda de contrato y se constituya en agente libre para buscar un equipo más competitivo que los actuales Heat. Esta opción parece altamente improbable, ya que Marion tendría que renunciar a un contrato de 17,8 millones de dólares.
En caso de que Marion no renuncie a su contrato, Miami superaría el tope salarial, motivo por el cual su única opción para pujar por un agente libre sería hacer uso de una de las excepciones que tiene disponibles, en este caso la 'mid-level', que le permitiría como máximo ofrecer a Calderón un contrato cercano a los 6 millones de dólares anuales, un precio irrisorio, tal y como está rindiendo el extremeño, que podría ser perfectamente asumido por Toronto, que ya ha declarado públicamente su intención de igualar cualquier oferta que pueda recibir el base español.
Otras opciones
De ahí que parezca más razonable el acudir al mercado de los agentes libres. Bases en esta situación no habría muchos. Los más interesantes podrian ser el esloveno Beno Udrih, que está rindiendo a un gran nivel en Sacramento, el puertorriqueño Carlos Arroyo, Tyron Lue y Keyon Dooling.
Otras opciones pasarían ya por negociar directamente algún tipo de transpaso. Aquí el abanico de jugadores se abriría notablemente, aunque no parece que ninguna opción pudiera ser superior en calidad a la que representa Calderón.