
El baloncesto de la NBA regresó al gigante asiático por la puerta grande, y lo hizo con un protagonista español en uno de los banquillos.
El estreno de los Brooklyn Nets en la pretemporada 2025-2026, dirigidos por segundo año consecutivo por Jordi Fernández, se saldó con una ajustada derrota en la prórroga por 132 a 127 ante los Phoenix Suns. El encuentro, disputado en el Venetian Arena de Macao, significó la vuelta de la liga norteamericana a China después de seis años de ausencia, un hito que tuvo a Jordi Fernández como uno de sus actores principales.
Más allá del resultado, el partido sirvió como la primera prueba de fuego para el proyecto de los Nets, un equipo que busca consolidarse bajo la filosofía de juego que el técnico de Badalona quiere implantar.
Un estreno con sabor agridulce para Jordi Fernández
El equipo de Jordi Fernández arrancó el partido de manera arrolladora, mostrando una gran fluidez ofensiva que les permitió cerrar el primer cuarto con una ventaja de diez puntos (29-39). Cameron Thomas, con 22 puntos y 3 rebotes, se erigió como el líder anotador de los neoyorquinos, ejecutando a la perfección el plan de juego inicial.
Sin embargo, tras el descanso, los Phoenix Suns le dieron la vuelta con un parcial demoledor de 30-13 que equilibró la balanza. La segunda mitad fue un reflejo de la igualdad que se espera en la temporada, con ambos equipos intercambiando puntos y con juego de transiciones rápidas, hasta forzar el tiempo extra. En la prórroga, la figura de Jordan Goodwin (19 puntos, 7 rebotes) fue decisiva para que Phoenix se llevara la victoria ante los dirigidos por el español Fernández.
A pesar de la derrota, las sensaciones para el equipo de Jordi Fernández fueron positivas, compitiendo de tú a tú contra un rival de entidad y mostrando destellos del baloncesto fuerte y rápido que el entrenador ibérico quiere para su equipo en esta venidera campaña.
El sello de Jordi Fernández en Brooklyn
En su segunda temporada al frente de los Nets, Jordi Fernández tiene el reto de dar un paso adelante. Tras una primera campaña de transición en la que sentó las bases de su proyecto, el entrenador de 43 años cuenta ahora con una plantilla moldeada a su estilo. Los movimientos de la temporada baja buscaron añadir versatilidad y capacidad defensiva, dos de los pilares del manual de Jordi Fernández.
Se espera que esta temporada, los Nets sean un equipo más agresivo en defensa y con un ataque más dinámico, donde el movimiento de balón sea constante.
La confianza de la gerencia en Jordi Fernández es total, y este curso será clave para evaluar el crecimiento del equipo bajo su mando, con un núcleo joven que busca competir. Aunque la pretemporada es solo un campo de pruebas, este primer encuentro en China ha dejado claro que los Nets de Jordi Fernández serán un equipo competitivo y difícil de batir.