
Kevin Durant, estrella de los Houston Rockets, ha desatado un intenso debate con sus recientes declaraciones sobre los bases pequeños en la NBA. En el podcast Mind the Game con LeBron James y Steve Nash, Durant afirmó que los jugadores de 1,83 a 1,85 metros enfrentan un futuro incierto en la liga debido a las demandas de versatilidad y tamaño. ¿Es su crítica una visión certera o una exageración?
La evolución de la NBA y los desafíos para los bases pequeños
Kevin Durant argumenta que la NBA ha cambiado drásticamente, priorizando jugadores altos, atléticos y capaces de cumplir múltiples roles. Según él, los bases de menor estatura, entre 1,83 y 1,85 metros, ya no encajan fácilmente en los esquemas modernos. “Si no eres un defensor excepcional como Davion Mitchell o Jrue Holiday, o un genio ofensivo como Kyrie Irving, es difícil ser titular”, afirmó Durant en el podcast. La razón principal, según el alero, es la vulnerabilidad defensiva: los bases pequeños son blanco constante de estrategias que buscan explotar desajustes, enfrentándolos a rivales más grandes y físicos.
Históricamente, jugadores como Allen Iverson o Chris Paul brillaron gracias a su rapidez, manejo de balón e inteligencia. Sin embargo, Durant señala que la liga actual exige más. Los equipos priorizan sistemas defensivos que requieren cambios constantes en asignaciones, algo que los bases pequeños luchan por cumplir frente a aleros o pívots versátiles. Datos de la temporada 2024-25 respaldan esta tendencia: los equipos con defensas perimetrales sólidas, como Miami o Boston, lideran en eficiencia defensiva, a menudo con jugadores como Holiday (1,88 m) o Derrick White (1,93 m) en el perímetro, en lugar de bases más bajos.
Excepciones que confirman la regla: ¿Sobrevivirán los bases pequeños?
A pesar de su crítica, Kevin Durant reconoce excepciones. Jugadores como Davion Mitchell, destacado por su intensidad defensiva en Miami, o Kyrie Irving, con su creatividad ofensiva, demuestran que los bases pequeños aún pueden prosperar. Sin embargo, Durant enfatiza que estos casos son raros. “Necesitas ser un ‘perro’ en defensa o un mago con el balón”, dijo, subrayando que la mayoría no cumple con estos estándares. Por ejemplo, Mitchell promedió 1,3 robos y un 42,1% en triples en 2024-25.
La evolución táctica de la NBA, con esquemas que priorizan la versatilidad, parece inclinar la balanza hacia la postura de Durant. Equipos como los Warriors, con Stephen Curry (1,88 m) como excepción por su tiro histórico, refuerzan que solo los talentos únicos sobreviven. La polémica de Kevin Durant plantea una pregunta clave: ¿pueden los bases pequeños adaptarse a una liga dominada por gigantes versátiles? Mientras jugadores como Jalen Brunson (1,88 m) desafían las probabilidades con 28.7 puntos por partido, la tendencia sugiere que la NBA favorece cada vez más a bases más altos, como Shai Gilgeous-Alexander (1,98 m).
La reflexión de Durant no solo cuestiona el presente, sino que invita a imaginar el futuro del puesto de base. ¿Se extinguirán los pequeños genios o encontrarán nuevas formas de brillar? El debate está abierto, y las palabras de Durant seguirán resonando.