
Los rumores NBA siguen su curso con grandes estrellas de por medio, ahora Anthony Davis emerge como el epicentro de especulaciones. Tras un intercambio controvertido que lo llevó de Los Ángeles a Dallas por Luka Doncic, el ala-pívot de 32 años enfrenta un futuro incierto marcado por lesiones y un contrato millonario. ¿Podría aterrizar en San Antonio para formar un frente interior legendario junto a Victor Wembanyama? La propuesta que circula en pasillos de la liga promete un terremoto en el Oeste
El camino accidentado de Davis: De estrella consolidada a un activo valioso
Anthony Davis llegó a los Dallas Mavericks en un movimiento que sacudió los cimientos de la Conferencia Oeste durante febrero de 2025. El intercambio con los Lakers, que envió a Doncic a California, se presentó como un golpe maestro para reforzar el juego interior de Dallas. En su temporada anterior con Los Ángeles, Davis había promediado 25,7 puntos, 11,9 rebotes y 2,3 tapones en 41 partidos, números que lo catapultaron al Segundo Equipo All-NBA y al Primero Defensivo. Su consistencia era innegable: había disputado 76 encuentros en 2024-25, el máximo de su carrera, demostrando que, a sus 32 años, aún dominaba la pintura con una mezcla letal de atletismo y astucia.
Sin embargo, el idilio duró poco. Apenas nueve juegos después del traspaso, una cirugía ocular limitó su preparación veraniega, y una distensión en la pantorrilla lo limitó de nuevo. En la campaña 2025-26, ha jugado solo 10 de los 25 primeros partidos de los Mavericks, con promedios de 20 puntos, 10,5 rebotes, 3,2 asistencias y un 51,7% en tiros de campo. Sus actuaciones recientes, como los 26 puntos y 12,6 rebotes en victorias ante Denver, Miami y Houston, recuerdan al jugador élite capaz de transformar equipos en contendientes. Pero un partido desastroso con solo dos puntos frente a Oklahoma City expone vulnerabilidades, y su ritmo proyectado de menos de 52 juegos por temporada genera dudas.
Davis acumula 120 millones de dólares en los próximos dos años, y es elegible para una extensión de cuatro temporadas por 275 millones en agosto de 2026, que lo pagaría 76 millones a los 37 años. Sin extensión, podría declinar su opción de jugador de 62,8 millones y llegar como agente libre irrestricto en 2027. Los riesgos son evidentes: su historial de lesiones ha polarizado a ejecutivos, especialmente en la era de los topes salariales estrictos. Equipos como Bulls, Toronto y Detroit han mostrado interés, pero Dallas debe equilibrar la urgencia de un movimiento rápido con la posibilidad de esperar al verano, cuando su valor podría repuntar si mantiene la forma.
La oferta tentadora: Detalles del paquete y su impacto en el Oeste
La propuesta que ha encendido los rumores NBA proviene de analistas de la liga y contempla un intercambio a tres bandas que beneficiaría a todos. San Antonio recibiría a Davis a cambio de Harrison Barnes, Keldon Johnson, Luke Kornet y selecciones de segunda ronda: una vía Utah en 2026, y otras de Chicago en 2028 y 2029, además de eliminar derechos de intercambio de primera ronda en 2030. Por su parte, los Mavericks obtendrían profundidad inmediata y alivio financiero, clave para reconstruir alrededor de Cooper Flagg, su reciente adquisición en el draft. Chicago, en el trato, sumaría a Naji Marshall, un alero versátil de 27 años.
Para los Spurs, el atractivo es incalculable. Davis añadiría un socio ideal en la pintura. Imaginen el dúo: la longitud alienígena del francés combinada con la intensidad defensiva de Davis, quien ha acumulado 10 selecciones All-NBA y All-Defensivo a lo largo de su carrera. Ofensivamente, Davis crea su propio espacio, promediando 4,2 asistencias en sus últimos cinco juegos, y su capacidad para espaciar complementaría el juego de De’Aaron Fox y Stephon Castle.
San Antonio, quinto en el Oeste con 17-7 sin su estrella, ha ganado 9 de 12 sin Wembanyama, mostrando madurez tras seis años de playoffs ausentes. Este traspaso no tocaría su núcleo joven ni primeras rondas futuras, preservando flexibilidad. Dallas, por el contrario, gana piezas listas para competir: Barnes y Johnson aportan anotación (18 y 15 puntos por partido, respectivamente), Kornet profundidad en la pintura, y las selecciones futuras combustible para drafts. En los rumores NBA, nada está escrito, pero esta bomba podría detonar el mercado.





















