
En el bullicioso mundo de los rumores NBA, Milwaukee Bucks emerge como el equipo más inquieto del Este, con la mira puesta en dos jugadores que podrían inyectar fuego a su ofensiva. Con un arranque de ocho victorias y 11 derrotas, la franquicia busca blindar su candidatura al título antes de que el mercado explote en diciembre. ¿Son estos los refuerzos que salvan la temporada o un riesgo que desequilibra el roster?
El talón de Aquiles de Milwaukee: Cuando Giannis descansa, el ataque se apaga
Los Bucks navegan una temporada de contrastes: con Giannis Antetokounmpo en cancha, promedian 118,8 puntos y una eficiencia ofensiva que roza la élite, gracias a su capacidad para desarmar defensas con penetraciones y asistencias. Sin embargo, en los minutos sin el griego, quien promedia 31,2 puntos y 10.8 rebotes, el equipo cae a un raquítico 105 puntos anotados, uno de los peores registros de la liga en esos tramos. Esta dependencia ha expuesto grietas: la rotación carece de creadores secundarios que alivien la carga, y el banquillo, liderado por Kyle Kuzma con 15,2 puntos, no genera suficiente amenaza perimetral.
La directiva, encabezada por Jon Horst, sabe que repetir como contendientes exige profundidad. Con el límite de traspasos del 15 de diciembre acechando cuando jugadores como Bobby Portis se vuelven movibles, Milwaukee realiza sondeos exhaustivos. Fuentes cercanas indican que el foco está en anotadores versátiles, capaces de fabricar puntos en isolación y triples, sin sacrificar el equilibrio defensivo que Doc Rivers tanto valora. Antetokounmpo, con su ética incansable, no puede llevar el peso solo; la ofensiva necesita un “Plan B” más allá de los tiros de tres (36,8 por ciento colectivo) y las transiciones rápidas.
En un Oeste donde Denver y Oklahoma City imponen ritmos altos, estos rumores NBA pintan un Milwaukee proactivo, dispuesto a mover salarios para evitar otro colapso en playoffs como el de 2024. Este desbalance no es nuevo: la salida de Jrue Holiday en su momento dejó un vacío en la creación, seguidamente de Damian Lillard cuando fue cortado en verano tras la lesión de Aquiles.
Candidatos bajo la lupa: Dos perfiles que tientan a Milwaukee
Zach LaVine, de 30 años y ahora en Sacramento, lidera la lista con su explosividad probada. En dieciséis encuentros con los Kings (5-14), promedia 20,5 puntos, 4,2 rebotes y 3,8 asistencias, con 49,8 por ciento en tiros de campo y 38,6 en triples sobre 7,1 intentos. Su atletismo y habilidad para anotar en media distancia aliviarían a Antetokounmpo en cierres, donde Milwaukee gana el 68 por ciento de sus duelos.
Sin embargo, su salario de 47,4 millones este año y opción de 49 millones en 2026-2027 genera dudas: Sacramento, en modo reconstrucción, pediría una primera ronda protegida (quizá la de 2031 de Bucks) más juventud como MarJon Beauchamp. LaVine, dos veces All-Star, ha lidiado con lesiones (ausente 25 partidos el año pasado), pero su plus-minus ofensivo de +3,2 lo hace tentador. En Milwaukee, podría formar un trío letal con Lillard, aunque su defensa media (0,7 robos) requeriría ajustes en rotaciones. Anfernee Simons, de los Boston Celtics, ofrece una vía más económica. Con 27,7 millones expirantes, promedia 14,1 puntos en quince juegos como suplente de los Celtics (10-8), con 45,2 por ciento en campo y 37,9 en triples.
Sus 33,5 minutos en Portland la temporada pasada lo catapultaron a 22,6 puntos, y en Boston, pese a menos espacio, mantiene un 60,2 por ciento en verdadero tiro. Simons brilla en pick and roll, con 4,1 asistencias, ideal para complementar a Giannis en transiciones. Un intercambio uno por uno con Kuzma (22,4 millones) ayudaría a Boston a bajar del impuesto de lujo (actualmente 12 millones sobre), mientras Milwaukee gana versatilidad sin hipotecar el futuro. Estos rumores NBA, subrayan la urgencia: sin profundidad, el anillo se escapa. Para los fans de Milwaukee, es hora de soñar con un backcourt renovado que libere al Freak.





















