¿Qué pasó con Malik Beasley? El caso de apuestas que intriga a la NBA
La investigación sobre Malik Beasley, de 28 años, se centra en supuestas actividades de apuestas vinculadas a juegos de la NBA y apuestas secundarias. Foto: Detroit Pistons

Un nuevo escándalo sacude la NBA: Malik Beasley, escolta de los Detroit Pistons, está bajo la lupa de la fiscalía federal de Estados Unidos por presuntas apuestas relacionadas con partidos de la liga. Este caso, que pone en pausa su futuro como agente libre, genera incertidumbre en Detroit y reaviva el debate sobre la integridad del baloncesto profesional. ¿Qué hay detrás de estas acusaciones?

Escándalo por apuestas

La investigación sobre Malik Beasley, de 28 años, se centra en supuestas actividades de apuestas vinculadas a juegos de la NBA y apuestas secundarias, conocidas como prop bets, durante la temporada 2023-24, cuando defendía los colores de los Milwaukee Bucks. En aquella campaña, Beasley destacó con 11.3 puntos por partido en 79 encuentros, logrando un récord personal al ser titular en 77 ocasiones. Sin embargo, un inusual volumen de apuestas sobre sus estadísticas, detectado por al menos una casa de apuestas desde enero de 2024, encendió las alarmas.

El caso recuerda al de Jontay Porter, exjugador de los Toronto Raptors, quien fue expulsado de la NBA en 2024 tras comprobarse que compartió información privilegiada con apostadores y realizó apuestas en partidos. La liga, que ha reforzado sus políticas contra las apuestas, está cooperando plenamente con la fiscalía, según el portavoz de la NBA, Mike Bass. Aunque Beasley no enfrenta cargos formales, la gravedad de las acusaciones amenaza con alterar su carrera en un momento clave.

Grave acusación

Las implicaciones para Beasley son significativas. Tras una temporada estelar con los Pistons en 2024-25, donde promedió 16.3 puntos y 319 triples (récord de la franquicia), el escolta negociaba una extensión de tres años por 42 millones de dólares con Detroit. Sin embargo, estas conversaciones han sido suspendidas, dejando su futuro en el aire. Su abogado, Steve Haney, insiste en la presunción de inocencia: “Una investigación no es una acusación. Malik no ha sido imputado de ningún delito”.

Este no es el primer roce de Beasley con la justicia. En 2020, mientras jugaba para los Minnesota Timberwolves, se declaró culpable de un delito grave por amenazas de violencia, cumpliendo 120 días de cárcel y recibiendo una suspensión de 12 partidos por parte de la NBA. Ahora, este nuevo caso podría tener consecuencias aún más severas, tanto legales como deportivas, especialmente en un contexto donde la NBA busca proteger la integridad de la competición ante el auge de las apuestas deportivas.

El impacto trasciende al jugador. Los Pistons, que regresaron a los playoffs en 2025 tras años de ausencia, enfrentan un dilema: ¿esperar a que se resuelva la investigación o buscar alternativas en el mercado de agentes libres? Rumores apuntan a un interés en jugadores como Nickeil Alexander-Walker para cubrir una posible baja de Beasley. El caso de Beasley plantea preguntas incómodas sobre el equilibrio entre el entretenimiento, el negocio y la ética en el deporte profesional. Mientras la investigación avanza, los aficionados se preguntan si este talentoso tirador podrá limpiar su nombre o si, como en el caso de Porter, su carrera en la NBA llegará a un abrupto final.

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