
Nikola Jokic, el tres veces MVP de la NBA, está nuevamente en el centro de la controversia tras las explosivas declaraciones de DeMarcus Cousins. En un podcast reciente, Cousins reveló detalles sorprendentes sobre la mentalidad de Jokic, sugiriendo que el baloncesto no es su prioridad y que incluso consideró retirarse antes de firmar un contrato multimillonario. ¿Qué hay detrás de estas afirmaciones que sacuden a la NBA?
Un talento único con una mentalidad atípica
DeMarcus Cousins, conocido por su franqueza tanto dentro como fuera de la cancha, no se guardó nada al hablar de Nikola Jokic en el Straight Game Podcast. El ex All-Star, quien compartió vestuario con Jokic en los Denver Nuggets durante la temporada 2021-22, describió al serbio como un talento extraordinario cuya pasión por el baloncesto es, sorprendentemente, secundaria. “Si hablas con él, te dirá que no le importa demasiado esto. El baloncesto es como su tercera o cuarta actividad favorita”, afirmó Cousins, destacando que Jokic a menudo juega partidos estelares sin siquiera querer estar en la cancha.
Cousins relató una conversación reveladora en la que Jokic expresó su intención de retirarse antes de firmar una extensión de contrato de 276 millones de dólares en 2022. “Le dije: ‘¿Vas a dejar 300 millones sobre la mesa? ¡Estás loco! Firma y, en el peor de los casos, engorda después’”, bromeó Cousins. Este relato pinta a Jokic como un enigma: un jugador que domina la NBA con estadísticas históricas, como promediar un triple doble en temporadas recientes pero cuya pasión parece estar más en sus caballos en Serbia que en las luces del estrellato.
La actitud despreocupada de Jokic no es nueva para los aficionados. Su amor por las carreras de caballos y su vida tranquila en Sombor, Serbia, contrastan con la intensidad de otros superestrellas. Sin embargo, las palabras de Cousins han avivado el debate: ¿es esta indiferencia lo que hace a Jokic tan especial, permitiéndole jugar sin presión, o es un obstáculo para consolidarse como el rostro de la NBA?
¿Superestrella o genio incomprendido?
Más allá de su mentalidad, Cousins también encendió la polémica al cuestionar el estatus de Nikola Jokic como superestrella. En Run It Back de FanDuel TV, afirmó que, a pesar de su dominio en la cancha, Jokic carece del carisma y la proyección mediática necesarios para ser un ícono global. “No puedes venderlo. No busca el reflector, y eso es por elección”, dijo, comparándolo con figuras como Anthony Edwards, cuya personalidad magnética lo convierte en un imán para los medios.
Estas declaraciones han generado reacciones encontradas. Por un lado, los números de Jokic son irrefutables: lideró a los Nuggets al título de 2023, ganando el MVP de las Finales, y ha registrado hazañas históricas, como ser el primer no base en promediar un triple doble en una temporada. Sin embargo, su ausencia en redes sociales y su rechazo al foco mediático lo hacen menos marketable en una liga que valora la imagen tanto como el talento. Cousins argumenta que la NBA, como marca global, necesita estrellas que trasciendan las estadísticas, algo que Jokic parece evitar conscientemente.
El contraste entre el impacto de Jokic en la cancha y su desinterés por la fama plantea preguntas sobre lo que define a una superestrella en la NBA moderna. Mientras jugadores como LeBron James o Kevin Durant dominan tanto en el juego como en los titulares, Jokic parece contento con su vida fuera del baloncesto, lo que, según Cousins, lo hace aún más “peligroso”. “Que alguien con ese talento no viva para el baloncesto y aún así sea el mejor es aterrador”, añadió.