
La NBA, la liga que ha revolucionado el baloncesto mundial, está a punto de cruzar el Atlántico de forma permanente. Imagina pabellones llenos en capitales icónicas, rivalidades forjadas en el Viejo Continente y un formato que fusiona tradición con innovación. Doce ciudades europeas ya tienen su plaza fija para 2027, pero ¿cuáles son y cómo cambiarán el juego? Esta iniciativa no solo amplía el mapa de la NBA, sino que promete un renacer para el baloncesto local, atrayendo inversores y talentos globales.
Las doce ciudades ancladas: Pilares de la nueva era europea
El proyecto de la NBA en Europa toma forma con una selección estratégica de sedes que combinan pasión deportiva, infraestructura moderna y potencial comercial. Confirmado por George Aivazoglou, director gerente para Europa y Oriente Medio, en un foro en Milán el 7 de noviembre, las doce ciudades con franquicias permanentes son Madrid y Barcelona en España; París y Lyon en Francia; Londres y Manchester en el Reino Unido; Roma y Milán en Italia; Berlín y Múnich en Alemania; Atenas en Grecia; y Estambul en Turquía. Estas urbes no solo representan diversidad geográfica, sino también un puente entre el baloncesto tradicional y el fútbol, el deporte rey en el continente.
Madrid y Barcelona emergen como epicentros naturales. Ambas albergan clubes históricos como Real Madrid y FC Barcelona, que ya compiten en la Euroliga con audiencias masivas y palmarés envidiable. La capital española, con su WiZink Center de más de 15.000 espectadores, ha sido sede de partidos de exhibición de la NBA, atrayendo a miles de fans. Barcelona, por su parte, ofrece el Palau Blaugrana, un coliseo que vibra con la misma intensidad que el Camp Nou en fútbol. Aivazoglou ha enfatizado que estos mercados son esenciales; sin su respaldo, el proyecto no avanzaría.
En Francia, París aprovecha el Accor Arena, renovado para los Juegos Olímpicos de 2024 y con capacidad para 20.000 personas, mientras Lyon cuenta con el LDLC Arena del ASVEL, presidido por Tony Parker, exestrella de la NBA y figura clave en las negociaciones. Parker ha impulsado el club hacia la élite, con un enfoque en el desarrollo de talentos locales como Victor Wembanyama, ahora en San Antonio. El Reino Unido aporta Londres y Manchester, ciudades con creciente afición al baloncesto pese a su menor tradición. Londres, con el O2 Arena como posible hogar, ha albergado finales de la NBA y podría aliarse con inversores locales para crear un equipo desde cero.
En Italia, Milán revive con el Mediolanum Forum del Olimpia, un equipo con raíces en la Euroliga, mientras Roma, ofrece oportunidades para un nuevo proyecto, revitalizando leyendas como la Virtus o la Stella Azzurra. Alemania entra con Berlín y Múnich, mercados sólidos. El Uber Arena de Berlín, hogar del Alba, ha llenado sus 17.000 asientos en Euroliga, y Múnich, con el Bayern Munich Basket, fusiona la máquina bávara del fútbol con el baloncesto. Atenas y Estambul cierran la lista con pasión mediterránea: el OAKA de Atenas, escenario de éxitos griegos en FIBA, y el Ülker Sports Arena de Estambul, donde Fenerbahce y Galatasaray compiten ferozmente.
Estructura innovadora y alianzas: Hacia un baloncesto global integrado
La competición, en colaboración con la FIBA, adoptará un formato semiabierto de 16 equipos: 12 fijos y cuatro por mérito deportivo, lo que inyecta ambición y frescura. Una plaza irá al campeón de la Liga de Campeones de Baloncesto de la FIBA, y las otras tres a ganadores de ligas nacionales, permitiendo que clubes emergentes como los serbios Partizan o Estrella Roja compitan si destacan en la ABA o la Champions. Aivazoglou lo describe como “lo más emocionante”, ya que revitaliza ligas domésticas en declive, con calendarios de 30-40 partidos para equilibrar cargas y evitar el agotamiento.
El lanzamiento, previsto para octubre de 2027 tras la temporada 2026-27 de la NBA, no será completo al inicio: una “apertura semi” permitirá ajustes en inversores y alineaciones. La NBA ha contratado a bancos como JP Morgan y The Raine Group para atraer fondos soberanos, firmas de capital privado y familias adineradas, estimando un mercado deportivo europeo de 50.000 millones de dólares donde el baloncesto apenas roza el 0,5%. En Milán, Aivazoglou detalló tres vías para equipos: clubes existentes (como Real o ASVEL), expansiones de fútbol (PSG en París, Inter en Milán) y creaciones nuevas (posible en Roma o Londres).
A futuro, se vislumbra integración transatlántica: un torneo tipo Copa del Mundo de Clubes, con ocho a doce equipos de NBA y Europa en formato eliminatorio, quizás en Dubái o Madrid. Esto seguiría el modelo FIFA de 2025, fomentando cruces como Celtics vs. Barcelona. La NBA busca coexistir con la Euroliga, no reemplazarla, atrayendo a Real y Barça, que rechazan renovaciones hasta 2040 con la Euroliga para explorar esta opción.





















