
La NBA 2025-2026 se perfila como un duelo de titanes en el Oeste, donde un equipo en ascenso fusiona juventud voraz con la maestría de un veterano inigualable, amenazando el reinado de los actuales campeones. Tras una pretemporada que destila promesas de batallas épicas, este conjunto colectivo no solo sobrevive; conquista con una identidad forjada en defensa férrea y ofensiva fluida. ¿Podrán derrocar a los vigentes monarcas y reclamar el trono? El telón se levanta con Houston como el enigma que todos vigilan.
La transformación veraniega: De promesa a contendiente inmediato
Los Rockets culminaron la campaña anterior en la cima del Oeste, a solo un suspiro de los Thunder que alzaron el trofeo, pero una eliminación en primera ronda ante los Warriors expuso grietas en su armazón ofensivo. Aquel verano de 2025, en un movimiento que reconfiguró el panorama de la liga, Houston orquestó el intercambio más ambicioso de la historia: un enredo de siete franquicias que desembocó en la llegada de Kevin Durant desde Phoenix. A cambio, cedieron a Jalen Green, su anotador principal de la temporada previa, junto a Dillon Brooks y una remesa de selecciones futuras, preservando su núcleo joven intacto.
Esta jugada no fue un capricho; reflejó una apuesta calculada por el presente. Durant, a sus 37 años, aterrizó en Texas con un contrato expirante, pero su extensión inminente hasta 2030 sella un compromiso mutuo. El alero, con 17 participaciones en el Juego de las Estrellas y dos anillos coleccionados, inyecta no solo puntos quirúrgicos, sino una mentalidad ganadora que eleva techos colectivos. El entrenador Ime Udoka, forjador de la tenacidad defensiva que llevó a Houston a 52 triunfos el año pasado, ve en él un catalizador: “No busca acaparar; anima a los jóvenes a crecer, y él se acopla donde haga falta”.
Esta filosofía permea el campamento, donde Durant ya comparte rutinas matutinas con promesas como Amen Thompson, puliendo su tiro de media distancia y robos en transición. El impacto trasciende la cancha. La encuesta anual de gerentes generales de la liga, divulgada en octubre, coronó este trueque como la adquisición más influyente del receso, con un 73% de votos. Para Houston, que reafirmó extensiones con Jabari Smith hijo y Steven Adams, el mensaje es claro: no más esperas. Adiciones como Clint Capela y Dorian Finney-Smith profundizan la rotación, creando un banquillo que promedia más altura y atletismo que cualquier rival.
Destellos en pretemporada: El colectivo que anticipa tormentas
El tercer encuentro de la pretemporada se definió con una victoria ajustada por 130-128 ante New Orleans, un ensayo que destiló el potencial de este mosaico humano. En apenas 22 minutos, Jabari Smith hijo erigió 26 puntos con cuatro triples, recordando su rol como francotirador versátil que ancló la defensa perimetral el año anterior. Amen Thompson, el prodigio de dos vías que ganó plaza en el primer equipo defensivo de la liga a sus 22 años, sumó 21 tantos, cinco rebotes y tres asistencias en 24 minutos, consolidando su salto como creador primario ante la ausencia de VanVleet.
Su evolución en tiro exterior, de un 27,5% a proyecciones de 35% esta campaña, lo posiciona como el eje de transiciones que desgarran defensas. Tari Eason, con 20 puntos en 15 intentos de campo durante 21 minutos, encarnó la intensidad que Udoka predica: cortes agresivos y rebotes en tráfico que forzaron segundas oportunidades. Alperen Sengun, fresco de su exhibición en el EuroBasket donde lideró a Turquía al podio, aportó equilibrio con ocho puntos, doce rebotes y siete asistencias en 27 minutos.
Estos destellos no son aislados; reflejan un sistema donde la dureza defensiva se fusiona con un ataque que, potenciado por Durant y sus quince puntos en trece intentos durante 28 minutos. El núcleo colectivo de los Rockets, Sengun y Thompson como pilares del mañana, comandados por la sabiduría de Durant, no solo sacude; redefine. En una conferencia donde Warriors y los Clippers apuestan por veteranos, Houston inyecta frescura atlética con experiencia probada.