El mercado NBA sigue moviéndose, un lugar donde las lesiones pueden derribar imperios en cuestión de días, los Indiana Pacers han dado un golpe de efecto que trasciende lo previsible. Con su backcourt diezmado y un inicio de temporada marcado por el 0-3, el equipo de Indianápolis recurre a un talento viral para inyectar energía y profundidad. ¿Podrá este base de 1,88 metros, conocido por sus saltos imposibles, transformar la crisis en oportunidad y llevar a los Pacers de vuelta a la contienda del Este? El movimiento no solo resuelve un problema inmediato, sino que podría reescribir narrativas de perseverancia en la liga.
La crisis de lesiones que obliga a Indiana a reinventarse
Los Pacers entraron en la temporada 2025-26 con expectativas altas tras alcanzar las Finales de la Conferencia Este en campañas consecutivas y llegar a la Final de la NBA el año pasado. Sin embargo, el arranque ha sido un vendaval de adversidades. Tyrese Haliburton, el base estrella y dos veces All-NBA, se lesionó gravemente el tendón de Aquiles en el séptimo partido de las Finales, lo que lo deja fuera por toda la campaña. Su ausencia, que promediaba 20,7 puntos y 10,9 asistencias la temporada anterior, ha dejado un vacío en la creación de juego que el equipo aún no ha cubierto.
El problema se agrava con bajas adicionales en la zona exterior. Andrew Nembhard, quien asumió el rol de titular en la base con 9,2 puntos y 4,1 asistencias por partido en 2024-25, se torció el hombro izquierdo en el debut ante Oklahoma City, limitándolo a evaluaciones diarias. Bennedict Mathurin, el anotador emergente con 14,5 puntos de media el año pasado, abandonó el segundo juego contra Memphis por un dolor en el pie derecho, también en lista de día a día.
Obi Toppin, el alero versátil que aportó 10,4 puntos y 3,9 rebotes como suplente clave, sufrió una distensión en el tendón de la corva contra Minnesota, sumándose a la enfermería. T.J. McConnell, el veterano de energía inagotable con 10,2 puntos y 5,3 asistencias, se recupera de una lesión en el tendón de la corva desde pretemporada, con regreso previsto para mediados de noviembre.
Estas ausencias han forzado rotaciones improvisadas. En el tercer partido, Indiana jugó con solo once efectivos disponibles, recurriendo a novatos como Ben Sheppard en la posición de base, quien acumuló solo 70 minutos de experiencia en la liga. El resultado: derrotas ajustadas ante Thunder y Timberwolves, además de otra en Memphis. Con siete jugadores en el parte médico al inicio de la semana, el entrenador Rick Carlisle ha enfatizado la necesidad de “enfocarse en lo que tenemos”, pero la realidad dicta ajustes drásticos. El mercado NBA se presenta como salvavidas, y los Pacers, con espacio salarial tras la salida de Myles Turner en agencia libre, optan por profundidad inmediata.
Mac McClung: De las alturas del All-Star a la realidad de Indiana
Matthew “Mac” McClung, el base de 26 años oriundo de Virginia, representa la encarnación de la tenacidad en un deporte que premia el espectáculo tanto como la sustancia. McClung ha navegado una carrera nómada: contratos de exhibición con Lakers y Bulls, dos vías con 76ers y Magic, y apenas seis apariciones en la NBA, sumando 33 puntos, 14 rebotes y 13 asistencias en 76 minutos totales. Su promedio: 5,5 tantos, 2,3 capturas y 2,2 pases en 12,7 minutos. Pero su fama trasciende las estadísticas. McClung es el único jugador en la historia de la NBA en ganar tres concursos de mates consecutivos: 2023 en Salt Lake City, 2024 en Indianápolis y 2025 en San Francisco, empatando a Nate Robinson como máximo vencedor con tres títulos.
En ese último, encadenó cuatro mates puntuados con 50, incluyendo un reverse sobre un Kia y un 360 windmill sobre un compañero. Shaq lo bautizó como “el salvador del concurso”, revitalizando un evento que había perdido brillo. En la G-League, su hábitat natural, McClung ha sido un dominador. Novato del Año en 2021-22 con South Bay Lakers (18,1 puntos, 4,0 asistencias), campeón con Delaware Blue Coats en 2023 y MVP en 2023-24 con Osceola Magic, donde lideró en anotación con 25,7 puntos, 6,6 asistencias y 4,7 rebotes en 27 juegos, disparando un 51,0% en tiros de campo. La temporada pasada, en 44 partidos, registró 23,0 puntos, 5,4 asistencias y 3,9 rebotes en 32,4 minutos, con un 34,4% en triples.
Su salto vertical de 43,5 pulgadas en el Combine de 2021 lo convierte en un arma en transición, ideal para el estilo rápido de Indiana, que lideró la liga en posesiones por partido en 2024-25. El contrato multianual no garantizado con los Pacers, su primero estándar, llega tras ser cortado por Chicago en octubre. Para abrir hueco, Indiana libera a James Wiseman, el pívot de 24 años y segunda elección del Draft 2020, quien solo jugó dos partidos en dos años con el equipo. En un mercado NBA donde los grandes nombres acaparan titulares, este fichaje celebra a la persistencia: un volador que, por fin, aterriza en la élite para demostrar que el espectáculo puede ser sustancia.
Freddy Díaz, nacido en Caracas, Venezuela, es un apasionado del deporte con 5 años de experiencia en creación de contenido, redacción de noticias, editoriales y pronósticos deportivos. Especializado en baloncesto, disciplina que practica desde los 8 años, vive y siente el deporte como parte esencial de su vida. Su conocimiento práctico y analítico lo convierten en una voz autorizada, combinando experiencia en la cancha con una sólida trayectoria en el mundo del periodismo y análisis deportivo.
