
Los traspasos y la agencia libre de la NBA están en pleno apogeo, pero los Los Angeles Lakers parecen tomar un camino diferente en 2025. Mientras otros equipos refuerzan sus plantillas, los angelinos, liderados por Rob Pelinka, optan por la cautela, priorizando la flexibilidad financiera para el verano de 2027. Con LeBron James en el ocaso de su carrera y Luka Doncic como nuevo pilar, los Lakers enfrentan un dilema estratégico.
¿Lakers sin LeBron?
LeBron James, a sus 40 años, ejerció su opción de jugador para la temporada 2025-26, asegurando 52.6 millones de dólares, pero su futuro en Los Ángeles genera intriga. Con un contrato que expira en 2026, y cumpliendo 41 años en diciembre, su retiro podría estar cerca. La gerencia, consciente de esta realidad, ha decidido no comprometerse con extensiones a largo plazo para preservar espacio salarial. Según fuentes cercanas, LeBron comprende que los Lakers están construyendo alrededor de Luka Doncic, adquirido en un traspaso histórico en la última temporada.
La transición hacia Doncic como líder plantea preguntas sobre el rol de James, quien, pese a su nivel élite promediando 25.7 puntos y 8.3 asistencias en 2024-25, podría estar disputando su última temporada en púrpura y oro. La salida de jugadores clave, como la de Dorian Finney-Smith a los Houston Rockets, ha debilitado la profundidad del roster.
Los Lakers intentaron reforzar su pintura con pívots como Brook Lopez o Clint Capela, pero ambos firmaron con otras franquicias. Esta inactividad en la agencia libre refleja una estrategia de no hipotecar el futuro, aunque arriesga dejar al equipo en una posición vulnerable para competir en el presente.
Futuro incierto para los angelinos
Tras una temporada 2024-25 en la que terminaron con un récord de 50-32, pero cayeron en primera ronda ante los Minnesota Timberwolves, los Lakers enfrentan un panorama competitivo complicado. La Conferencia Oeste, con equipos como los Thunder, campeones liderados por Shai Gilgeous-Alexander, los reforzados Mavericks y Rockets exige un roster robusto. Sin embargo, la gerencia quizá está priorizando la paciencia, enfocándose en 2027, cuando el fin del contrato de LeBron liberará cerca de 50 millones en espacio salarial.
Este plan apunta a atraer a una superestrella que complemente a Doncic. La falta de movimientos inmediatos ha generado críticas. La salida de un defensor perimetral clave y la incapacidad de fichar un pívot titular han dejado huecos evidentes en la plantilla. Los Lakers exploran el mercado de traspasos, con nombres como Deandre Ayton en el radar, pero su tope salarial restringe sus opciones.
Pelinka podría optar por intercambios menores o contratos de un año para mantener flexibilidad. El enfoque a largo plazo podría ser acertado si los Lakers logran una gran firma en 2027, pero el riesgo es alto. Con Doncic en su prime, no aprovechar el presente podría frustrar a las estrellas y a los aficionados. La temporada 2025-26 será una prueba de fuego: si los Lakers no mejoran su roster, podrían quedarse fuera de los playoffs. Sin embargo, si logran mantener la competitividad mientras preservan su plan, el futuro con Doncic al mando podría devolver a los Lakers a la cima de la NBA.