
En el corazón del Target Center, donde los aullidos de la manada definen la identidad de los Timberwolves, una lesión repentina ha silenciado al rugido más feroz. Anthony Edwards, la estrella de 24 años que encarna la juventud imparable de Minnesota, se torció el isquiotibial derecho en los primeros minutos contra Indiana, confirmando una baja de al menos dos semanas. Con el Oeste más competido que nunca y un backcourt ya frágil, esta ausencia no solo altera alineaciones, sino que pone en jaque al equipo en el arranque. ¿Podrá el colectivo llenar el vacío de su estrella?
El golpe inesperado: ¿Cómo Edwards cayó y qué dice la resonancia magnética?
Anthony Edwards, el escolta que ha catapultado a los Timberwolves a dos Finales de Conferencia Oeste consecutivas, abandonó la cancha el domingo 26 de octubre tras solo tres minutos de juego ante los Pacers. Con el marcador en 13-5 a favor de Minnesota, Edwards culminó un contraataque con una bandeja acrobática bajo contacto, pero el impacto lo traicionó: una tensión inmediata en el isquiotibial derecho lo obligó a cojear hasta el vestuario. Sustituido por Bones Hyland, el equipo lo descartó de inmediato, anunciando “rigidez en el isquiotibial derecho” que no permitía su regreso.
La resonancia magnética realizada el lunes 27 reveló un esguince grado uno, el más leve pero aún disruptivo. Los Timberwolves estiman dos semanas de baja, con reevaluación el 3 de noviembre, lo que implica al menos siete partidos perdidos: desde la derrota 127-114 ante Denver hasta duelos contra Knicks, Suns y Thunder. Edwards, quien acumuló cinco puntos y un rebote en esos minutos iniciales (2 de 5 en tiros), había mostrado signos sutiles de molestia: durante la derrota 122-118 ante Lakers el viernes, se tocó la pierna varias veces, según observadores cercanos, pero prosiguió sin aparentes secuelas.
Esta es la lesión más prolongada en la carrera de Edwards, un guerrero de hierro que ha disputado 426 de 445 partidos posibles, incluyendo playoffs, desde su debut en 2020. En las últimas tres temporadas, promedió 79 juegos por año, nunca menos de 72, y solo tres ausencias por campaña. El entrenador Chris Finch, tras la victoria 114-110 sobre Indiana donde el equipo resistió sin su estrella, subrayó la resiliencia: “Perder su capacidad para dominar rachas duele, pero tenemos profundidad; este es el momento en que brilla un roster colectivo”.
Sin embargo, la realidad temprana pinta un panorama sombrío: en la caída ante Nuggets, Edwards vio desde el banquillo cómo Jamal Murray anotaba 43 puntos, y el backcourt combinado falló en cerrar el cuarto periodo.
Profundidad precaria en la retaguardia: Conley en declive y novatos bajo presión
La baja de Edwards ilumina las grietas estructurales en el backcourt de los Timberwolves, un talón de Aquiles que el verano no resolvió. Minnesota entró en la temporada con un récord de 2-2, victorias sobre Portland e Indiana, derrotas ante Lakers y Denver, quintos en el Oeste con aspiraciones de título tras caer 4-1 ante Oklahoma City en las Finales de Conferencia. Pero la pérdida de Nickeil Alexander-Walker a Atlanta en agencia libre, por restricciones del segundo apron salarial, dejó un vacío en la creación y defensa perimetral que no se cubrió.
Mike Conley, el veterano de 38 años y pilar en las dos carreras a Finales de Conferencia, ha sido desplazado al banquillo: Donte DiVincenzo asumió el puesto titular antes del opener, reflejando el declive del base. En cuatro juegos, Conley promedia tres puntos, 1,7 asistencias y un 16,7% en tiros (3 de 18), en 15,3 minutos. Ante Nuggets, elevó a 10 tantos y cuatro pases en 28 minutos como titular provisional, pero su movilidad reducida tras 18 temporadas en la liga, limita su impacto en transiciones rápidas.
DiVincenzo, el tirador elite con 38,5% en 6,5 triples por partido, aporta volumen ofensivo, pero no es un organizador nato; su rol expandido podría diluir su eficiencia en anotación. El resto de la rotación genera interrogantes. Bones Hyland, adquirido de Clippers en 2024, ha visto minutos crecientes, pero su historial de ineficiencia (32,4% en triples el año pasado) lo hace volátil. Rob Dillingham, octava elección del Draft 2024, arrastra una fractura nasal desde pretemporada, limitándolo a apariciones esporádicas. Jaylen Clark y Terrence Shannon Jr., rookies de 2024, muestran destellos, pero carecen de experiencia para roles protagónicos.





















