
Los Lakers, siendo una de las franquicias más icónicas de la NBA, han decidido mantener su núcleo intacto para la temporada 2025-26, resistiendo la tentación de traspasar a jugadores clave como Gabe Vincent y Jarred Vanderbilt. A pesar de las oportunidades de intercambio, la gerencia opta por una estrategia conservadora, confiando en su roster reforzado con fichajes como Deandre Ayton y Marcus Smart. ¿Es esta una apuesta arriesgada o un movimiento calculado?
La decisión de retener a Vincent y Vanderbilt
Los Lakers han generado titulares este verano, no solo por sus movimientos en el mercado, sino también por las decisiones que han evitado. Según reportes de Sean Deveney, la franquicia tuvo la oportunidad de incluir a Gabe Vincent y Jarred Vanderbilt en paquetes de intercambio, pero decidió mantenerlos en el roster. Esta elección ha sorprendido a muchos, considerando que ambos jugadores tuvieron una temporada 2024-25 irregular, marcada por lesiones y un rendimiento por debajo de lo esperado.
Gabe Vincent, quien llegó a los Lakers en 2023 tras destacar con los Miami Heat, tuvo una campaña complicada. En 72 partidos, promedió 6.4 puntos, 1.4 asistencias y 1.3 rebotes, cifras modestas para un base que se esperaba fuera una chispa desde el banquillo. Su porcentaje de tiro de tres puntos, un aspecto clave de su juego, fue inconsistente, lo que limitó su impacto. Sin embargo, los Lakers parecen valorar su experiencia en playoffs y su contrato de un año restante por $11.5 millones, que podría ser útil en futuros traspasos.
Por su parte, Jarred Vanderbilt, conocido por su versatilidad defensiva, solo disputó 36 encuentros debido a lesiones. Sus 4.1 puntos, 5.1 rebotes y 1.1 asistencias reflejan un aporte limitado, pero su capacidad para defender múltiples posiciones lo convierte en un activo valioso. Con un contrato de $48 millones por tres años, los Lakers ven en él un potencial para recuperar su mejor versión, especialmente tras la salida de Dorian Finney-Smith, quien era su principal defensor perimetral. La decisión de no traspasar a estos jugadores sugiere que el gerente general, Rob Pelinka, confía en que ambos pueden redimirse. Sin embargo, algunos analistas, consideran que retener a Vincent, un tirador de bajo porcentaje, podría ser un error si se presentaban ofertas atractivas.
Una estrategia conservadora para un roster ambicioso
Los Lakers han reforzado su plantilla con movimientos significativos este verano. La incorporación de Deandre Ayton aborda la necesidad de un pívot dominante, mientras que Marcus Smart aporta tenacidad defensiva y experiencia. Además, la extensión de contratos de Luka Doncic y LeBron James asegura que el equipo mantenga a sus dos superestrellas, quienes forman uno de los dúos más temidos de la liga. Sin embargo, la decisión de no mover a Vincent ni a Vanderbilt refleja una filosofía de “esperar y ver”.
Un ejecutivo de la Conferencia Oeste, señaló que los Lakers no han sido agresivos en el mercado de traspasos, prefiriendo evaluar el rendimiento de su roster actual antes de realizar cambios drásticos. Esta estrategia tiene sentido considerando la fragilidad en la profundidad de los guardias, donde Smart, con un historial reciente de lesiones, podría necesitar respaldo. Vincent, a pesar de sus limitaciones, ofrece una opción confiable en ese escenario.
Por otro lado, la salida de jugadores como Finney-Smith y la renuncia a otros movimientos han generado críticas. Algunos portales calificaron la decisión de retener a Vincent como “cuestionable”, argumentando que su perfil no encaja perfectamente en un equipo que necesita más creación de juego detrás de Doncic. Sin embargo, la flexibilidad financiera que aportan los contratos de ambos jugadores podría ser clave en el futuro, especialmente si los Lakers buscan un gran traspaso en la fecha límite de febrero.