
La temporada 2025-2026 de los Boston Celtics se perfilaba como un año de transición tras una offseason sísmica, pero se ha convertido en una demostración de carácter. Tras desmantelar parte del núcleo campeón con las salidas de Jrue Holiday (traspasado a los Portland Trail Blazers) y Kristaps Porziņģis (enviado a los Atlanta Hawks), sumado al adiós del veterano Al Horford, Boston ha tenido que reinventarse.
Contra todo pronóstico, los Celtics se mantienen como contendientes en el Este gracias a tres pilares fundamentales: la evolución jerárquica, el paso al frente de sus bases y la inyección de energía joven.
Vida sin Holiday ni Porziņģis: Un Sistema Más Rápido
La gerencia decidió rejuvenecer la plantilla sacrificando la experiencia de Holiday y el espaciado de Porziņģis.
- Cambio de Identidad: Sin el ancla defensiva de Holiday (ahora en Portland) y sin la protección del aro de Porziņģis (ahora en Atlanta), el entrenador Joe Mazzulla ha optado por un sistema de “small-ball” agresivo. El equipo presiona más arriba y corre más la cancha, supliendo la falta de tamaño con velocidad y rotaciones defensivas frenéticas.
Jaylen Brown y Payton Pritchard: Líderes en la Tormenta
La lesión de Jayson Tatum a principios de temporada amenazaba con hundir el proyecto, pero ha servido para confirmar la profundidad del carácter del equipo:
- El Momento de Jaylen: Jaylen Brown ha respondido al reto de ser la única superestrella disponible. Sin Tatum, Brown ha absorbido un uso de balón masivo, promediando máximos de carrera en asistencias y puntos, demostrando que puede cargar con la franquicia.
- Pritchard Desatado: Ante la salida de Holiday, Payton Pritchard no solo ha asumido minutos de titular, sino que se ha convertido en el alma ofensiva del perímetro. Su conexión con Brown y su capacidad para anotar desde el logo han mantenido a la ofensiva de los Boston Celtics en el top-10 de eficiencia.
Walsh, Minnott y González
La gran sorpresa ha sido el rendimiento inmediato de las piezas jóvenes adquiridas y desarrolladas para llenar los vacíos de los veteranos:
- Jordan Walsh: Ha dado el salto definitivo, convirtiéndose en el especialista defensivo que el equipo necesitaba para reemplazar la intensidad de Holiday.
- Josh Minnott y González: La llegada de talento joven como Minnott (un alero atlético y cortador) y la irrupción del novato González han aportado frescura. Ambos han encajado perfectamente en el sistema de Mazzulla, aportando rebote y defensa versátil que ha hecho olvidar la ausencia de Horford en la rotación regular.
Los Boston Celtics han transformado las pérdidas de Holiday y Porziņģis en una oportunidad para acelerar el desarrollo de su núcleo joven. Con un Jaylen Brown en modo MVP y una identidad renovada, Boston demuestra que sigue siendo una potencia en el Este, incluso mientras espera el regreso de Tatum.




















