
En el corazón de la Conferencia Oeste, los Lakers brillan con un impecable 18-7 que los posiciona como contendientes serios al título. Luka Doncic, el prodigio esloveno de 26 años, promedia 34,7 puntos por partido, mientras Austin Reaves, de 27, aporta versatilidad antes de su lesión en el gemelo. Pero una grieta defensiva amenaza su dominio: ¿Un solo refuerzo en la línea exterior bastará para sellar las fugas y catapultarlos al campeonato? Esta pieza podría redefinir su legado.
La grieta defensiva que frena al equipo angelino
Los Angeles Lakers han iniciado la temporada 2025-26 con un paso arrollador, acumulando victorias que evocan sus días de gloria. Su ofensiva fluye como nunca antes, impulsada por la magia de Doncic, quien no solo anota con precisión quirúrgica, sino que también reparte 8,8 asistencias por encuentro, tejiendo jugadas que dejan boquiabiertos a rivales y aficionados. A su lado, Deandre Ayton, adquirido en el verano con parte de la excepción media, ha emergido como un pilar en la pintura: 15,1 puntos y 8,8 rebotes por juego, con un impresionante 70% en tiros de dos puntos que lo convierte en una muralla bajo el aro.
Jake LaRavia, el otro beneficiario de esa maniobra veraniega, suma 8,5 tantos y 3,7 capturas, aportando solidez en el ala con un 46% de acierto general. Sin embargo, detrás de este brillo ofensivo yace una vulnerabilidad que podría costarles caro en los playoffs. La defensa de los Lakers clasifica en el puesto 12 de la liga en puntos permitidos por partido, con 116 en contra, un número que palidece ante equipos como los Celtics o los Thunder, que asfixian a sus oponentes con menos de 110. En duelos clave, como el reciente triunfo 116-114 sobre los Suns, las transiciones rápidas de Phoenix expusieron huecos en la cobertura perimetral, donde los angelinos concedieron 14 triples rivales.
Esta debilidad no es casual: con LeBron James rozando los 41 años y su rol cada vez más limitado, el equipo depende de piezas jóvenes para cerrar el perímetro, pero el mercado actual ofrece pocas opciones viables. La dirección deportiva, liderada por Rob Pelinka, ha priorizado una reconstrucción alrededor de núcleos duraderos. Los Lakers corren el riesgo de repetir errores pasados: temporadas prometedoras que se desvanecen en postemporada por fallos en el lado defensivo. Fuentes cercanas al equipo insisten en que el enfoque está en jugadores que armonicen con el timeline de sus estrellas emergentes, evitando compromisos a corto plazo con veteranos que aceleren el envejecimiento del roster.
Candidatos en el radar: Jóvenes con garra defensiva y tiro preciso
El mercado de traspasos de diciembre 2025 presenta un panorama esquivo para los Lakers, que buscan un alero de perfil “tres y defensa” capaz de anotar desde el perímetro y custodiar a los mejores atacantes rivales. La preferencia clara es por atletas en la franja de 24 a 27 años, alineados con la vitalidad de Doncic y Reaves, lo que descarta apuestas por figuras en la treintena, por tentadoras que sean. Este criterio, aplicado en el verano con Ayton y LaRavia, refleja una visión a largo plazo: invertir en activos que crezcan con el núcleo, no en parches temporales.
Uno de los nombres que resuena con fuerza es Keon Ellis, el escolta de 25 años de los Kings de Sacramento. Con promedios de 5,3 puntos, 1,3 rebotes y 1,2 robos en 17 minutos por partido, una reducción drástica desde sus 24,4 de la campaña anterior bajo el nuevo técnico Doug Christie, Ellis ofrece un tiro exterior del 37% que podría espaciar la cancha para Doncic. Su costo sería accesible: un par de selecciones de segunda ronda bastarían, dada su menor exposición este año. Imagínenlo custodiando a astros como Shai Gilgeous-Alexander o Devin Booker, liberando a LaRavia para tareas ofensivas.
Más ambicioso, surge Herb Jones, el alero de 27 años de los Pelicans de New Orleans. Sus 9,6 puntos, 3,9 rebotes y 2,3 asistencias, junto a 1,4 intercepciones por duelo, lo erigen como un sabueso defensivo: su intensidad ha sido clave en las 46 victorias de su equipo en temporadas previas. Aunque su tiro de tres languidece en el 33,8% esta campaña, su capacidad para neutralizar penetraciones lo hace ideal para tapar las grietas perimetrales de los Lakers. El obstáculo: New Orleans exige múltiples primeras rondas, un lujo que Los Ángeles no puede permitirse con solo una disponible. Fuera de este rango, aparece Andrew Wiggins, el jugador de 30 años ahora en los Heat de Miami. Un paquete con Jarred Vanderbilt y una primera protegida podría tentarlos, pero ¿Vale la pena acelerar el reloj?





















