Jordan Farmar regresa a casa. Tras una aventura europea emprendida en 2011 y que le llevó a dos de los grandes equipos del Viejo Continente, Maccabi y Efes, el armador californiano vuelve a su hogar con un contrato de 1 año que le hará perder dinero.
Farmar había firmado el pasado verano un contrato con el equipo turco Anadolu Efes que se cifraba en 10,5 millones de dólares por 3 temporadas. Muy lejos de esas cifras queda el acuerdo con Lakers, que se circunscribe sólo a una campaña y con un sueldo correspondiente al mínimo de veterano. Es decir, un salario que rondará el millón de dólares.
Ese enorme sacrificio económico se explica con una sola frase: «He sido un Laker desde que nací». Así de claro se expresa un Farmar que nació hace 26 años en Los Ángeles, que cursó estudios y jugó en la universidad más emblemática de California, UCLA, y que pasó sus primeras 4 temporadas profesionales en los Lakers conquistando 2 anillos. Luego, militó 2 años en los Nets de Nueva Jersey.
En Europa ha jugado en dos equipos con solera, el Maccabi de Israel y el Efes de Turquía, y con buenos números… pero su prioridad no era otra que regresar a la NBA y, a ser posible, a sus adorados Lakers.
Ahora, el equipo angelino tendrá que negociar con el turco la salida del jugador, una rescisión de contrato que rondará los 500.000 dólares.
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