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JJ Redick se sincera: El jugador sorpresa que domina el campamento de los Lakers
Dalton Knecht ha irrumpido en el campamento de entrenamiento de los Lakers como una fuerza imparable en ataque

En el corazón de la pretemporada, los Lakers enfrentan un enigma que podría redefinir su banquillo: un joven tirador que ha eclipsado a todos en las prácticas con una eficiencia arrolladora, pero cuyo destino depende de un aspecto clave del juego. El entrenador JJ Redick no escatima en elogios ni en advertencias, revelando datos que posicionan a este talento como el as oculto de Los Ángeles. ¿Podrá este prodigio superar sus sombras y convertirse en el revulsivo que los angelinos necesitan para aspirar al título?

El ascenso inesperado de Dalton Knecht en las prácticas

Dalton Knecht ha irrumpido en el campamento de entrenamiento de los Lakers como una fuerza imparable en ataque, dejando a sus compañeros impresionados según los registros internos del equipo. Redick, con su ojo analítico afilado por años de experiencia en la liga, ha destacado que el joven de 24 años acumula 42 puntos más que cualquier otro jugador en sesiones de juego real, con un impresionante 60 por ciento de acierto en tiros. Esta dominancia no es casual: refleja un verano de trabajo intenso que ha pulido su mecánica y recuperado la chispa perdida tras una temporada de novato irregular.

Knecht, seleccionado en la posición 17 del sorteo de 2024, llegó a los Lakers como un proyectil de perímetro forjado en la universidad de Tennessee, donde promedió 21,7 puntos por encuentro y se coronó como el mejor jugador de la Conferencia Sureste. Sin embargo, su debut profesional en la campaña 2024-25 fue un viaje de altibajos: 9,1 puntos por partido en 78 apariciones, con un 46,1 por ciento en tiros de campo y 37,6 desde el triple. Explosiones como sus 37 tantos ante Utah en noviembre, con nueve triples que igualaron un récord de novatos, contrastaron con periodos de sequía y dudas sobre su rol.

El punto de inflexión llegó en febrero de 2025, cuando un intercambio con los Charlotte Hornets por el pívot Mark Williams se concretó y, apenas dos días después, se anuló por problemas en el examen médico del centro. Knecht, quien ya había sido presentado en Carolina del Norte, regresó a Los Ángeles con el peso de la incertidumbre, jugando solo dos minutos en los playoffs y promediando 2,5 puntos. Aquel episodio, lejos de quebrantarlo, parece haber avivado su determinación. Redick lo ha notado: el jugador está en “un lugar mental fenomenal”, con una forma física que lo posiciona como el más productivo en scrimmages.

La defensa: El talón de Aquiles que definirá su techo

Redick no endulza el momento: el potencial ilimitado de Knecht en ataque choca frontalmente con sus carencias defensivas, el factor que dictará si se consolida en la rotación o languidece en el banquillo. “Su techo dependerá de cuánto mejore en defensa”, sentencia el técnico, enfatizando que el joven debe evolucionar de un anotador puro a un contribuyente bidireccional. En su año de novato, los Lakers registraron un rating defensivo de 118 por cada 100 posesiones con él en cancha, un lastre que anulaba su impacto ofensivo de 118 en ataque.

Esta brecha no es nueva. Scouts de la liga lo tildaron de “activo negativo” por su lentitud en rotaciones y falta de intensidad en el lado lejano, lo que lo relegó a minutos esporádicos al final de la temporada pasada. El verano de 2025, marcado por un Summer League flojo atribuido a un agotamiento por entrenamientos excesivos, amplificó las dudas. Redick, sin embargo, ve progreso: “Ha comprado el plan de desarrollo incremental”, y lo ha emparejado con entrenadores como Beau Levesque para pulir su posicionamiento y lectura de pantallas.

El contexto del roster de los Lakers agrava la presión. Con adiciones como Marcus Smart y Jake LaRavia en el perímetro, y Jarred Vanderbilt recuperado, la competencia por minutos en la segunda unidad es feroz. Gabe Vincent y Adou Thiero, el novato defensivo seleccionado en 2025, acechan por detrás. Knecht, de 1,98 metros, debe emular a veteranos como Vanderbilt, a quien él mismo nombra como el defensor más exigente en campamento.

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