En el corazón de Texas, donde los Mavericks sueñan con reconquistar la gloria, un veterano que llegó como el tirador letal para desatascar defensas ahora genera más dudas que certezas. Con un arranque de temporada que recuerda sus peores noches, Klay Thompson parece perdido en la cancha, mientras las lesiones azotan al equipo como una tormenta inesperada. ¿Es solo un bache temporal o el comienzo de un declive que podría hundir las aspiraciones de Dallas en la Conferencia Oeste? La respuesta se esconde en los números y en las sombras del vestuario.
Un inicio tímido que contrasta con la expectativa
El American Airlines Center, ese coliseo donde los Mavericks forjaron su camino al título en 2011, ha sido testigo de actuaciones que dejan un sabor amargo para los aficionados. Klay Thompson, el escolta de 35 años que firmó un contrato de tres años por 50 millones de dólares el verano pasado, promedia apenas 8,2 puntos, 3 rebotes y 1,4 asistencias en 20,8 minutos por partido en estos primeros cinco encuentros de la temporada 2025-26. Su porcentaje desde el triple, esa arma que lo catapultó a cuatro anillos de campeón con los Warriors, se desploma al 28%, un dato que sin duda enciende las alarmas.
Repasemos los números impactantes de estos días: en la derrota inaugural por 125-92 ante San Antonio, anotó 10 puntos con 4 de 13 en tiros de campo y solo 1 de 5 en triples. Contra Oklahoma City, 8 puntos en 3 de 11 intentos, con 2 de 6 desde fuera. En el triunfo ante Indiana, que elevó el récord de los Mavericks a 2-3, se quedó en 5 puntos con 2 de 10. Solo en dos de esos juegos superó los 9 puntos, un patrón que choca con sus 14 puntos de media la temporada anterior, cuando disparó un 39,1% en triples en 72 partidos.
Thompson, seleccionado en el puesto 11 del draft de 2011 por Golden State, siempre ha sido un tirador de 3 puntos letal. Pero en Dallas, donde el sistema de Kidd enfatiza el movimiento sin balón y los pases rápidos, parece que el veterano está forzando tiros en lugar de cazar posiciones puras de “catch and shoot”. Su uso ha bajado al 18%, y con menos oportunidades de tirar estando fijo en una posición, una jugada donde suele brillar. Los aficionados, que lo recibieron como un salvador tras la salida de Luka Doncic a Los Ángeles en febrero, murmuran en las gradas.
Las lesiones que agravan la crisis en Dallas
Si el rendimiento de Thompson es la chispa, las lesiones son el combustible que aviva el incendio en los Mavericks. Dallas, que terminó la campaña pasada en el Play-In tras un febrero caótico, arranca esta con un parte médico que parece un parte de guerra. Anthony Davis, el pívot All-Star adquirido en un trueque estelar, encendió las alarmas en el partido ante Indiana por una posible lesión de Aquiles, dejando un hueco en la pintura que también ha sufrido las ausencias de Dereck Lively II y Daniel Gafford. Kyrie Irving, el base estrella del equipo, sigue en rehabilitación por una rotura de ligamento cruzado anterior sufrida en marzo.
Klay Thompson, irónicamente, se unió a la lista de cuestionables con una molestia en el pie izquierdo tras el juego del miércoles, aunque Kidd lo espera para el sábado ante Detroit. Sin Irving ni Davis a pleno, el peso ofensivo recae en D’Angelo Russell y en el novato Cooper Flagg, el número uno del draft que ya suma dobles-dobles pero aún busca consistencia. P.J. Washington y Max Christie han visto minutos extra, pero el desequilibrio es evidente.
En el fondo, esta temporada es una prueba de carácter para unos Mavericks reinventados. Thompson no es solo un tirador; es el puente entre la era después de Doncic y lo que viene. Su recuperación podría ser el catalizador para que Dallas vuelva a rugir, o el recordatorio de que el tiempo, implacable, no espera a nadie.
Freddy Díaz, nacido en Caracas, Venezuela, es un apasionado del deporte con 5 años de experiencia en creación de contenido, redacción de noticias, editoriales y pronósticos deportivos. Especializado en baloncesto, disciplina que practica desde los 8 años, vive y siente el deporte como parte esencial de su vida. Su conocimiento práctico y analítico lo convierten en una voz autorizada, combinando experiencia en la cancha con una sólida trayectoria en el mundo del periodismo y análisis deportivo.
