
Los Indiana Pacers, defensores del título de la Conferencia Este tras una histórica Final de la NBA en junio, enfrentan ahora una pesadilla que podría truncar sus ilusiones tempranas. Con un arranque de 0-3 y ocho jugadores en el parte médico, incluyendo bajas prolongadas, el equipo de Indianápolis depende de un puñado de sobrevivientes para contrarrestar la tormenta. Estas nuevas lesiones no solo agotan la profundidad, sino que obligan a replantear una identidad construida sobre velocidad y anotación.
La cascada de lesiones: De Haliburton a Toppin y Mathurin
El calvario de los Pacers comenzó mucho antes de esta temporada. Tyrese Haliburton, el base estrella y dos veces All-NBA que promedió 20,1 puntos y 10,9 asistencias en la campaña anterior, se rompió el tendón de Aquiles derecho en el séptimo juego de las Finales contra Oklahoma City. El diagnóstico, lo deja fuera por toda la temporada 2025-26, un vacío que altera el núcleo ofensivo del equipo. Haliburton, de 25 años, era el motor de la transición que llevó a Indiana a 50 victorias y al título del Este.
En el debut contra Thunder el 22 de octubre expuso la fragilidad: Andrew Nembhard, quien asumió el rol de titular en la base, se lesionó el hombro izquierdo en la primera mitad, limitándolo a evaluaciones diarias y ausente en los tres primeros juegos. Nembhard, con 9,2 puntos y 4,1 asistencias de media el año pasado, era el puente natural; su baja deja a un backcourt improvisado. El sábado ante Grizzlies, Bennedict Mathurin tropezó con el pie de Jock Landale en una penetración, torciéndose el dedo gordo del pie derecho. El escolta de 23 años, estaba en racha: 62 puntos en los dos primeros encuentros, con 31,0 de promedio, 54,8% en tiros y 50% en triples. Ahora, “semana a semana”, su regreso se prevé para mediados de noviembre, tras más pruebas en Indianápolis.
El domingo en Minnesota, Obi Toppin abandonó en el tercer cuarto por dolor en la pierna derecha, inicialmente diagnosticado como distensión en el tendón de la corva pero confirmado como reacción de estrés en el pie. El alero de 27 años, promediaba 14,0 puntos y 6,7 rebotes en los tres juegos iniciales, incluyendo 20 en la doble prórroga contra Thunder. Carlisle estima al menos un mes de baja, con reevaluación el 28 de noviembre. Otras ausencias agravan el panorama: T.J. McConnell, arrastra una distensión en el tendón de la corva desde pretemporada, con regreso el 9 de noviembre. El novato Kam Jones sufre una reacción de estrés en la espalda baja, también hasta el 9 de noviembre. Johnny Furphy, alero rookie, enfrenta pruebas por dolor en el pie izquierdo, mientras Taelon Peter (dos vías) progresa de una lesión en la ingle pero sigue dudoso.
Estrategias de supervivencia: Fichajes y rotaciones improvisadas
Ante la crisis, Indiana actuó rápido: el 27 de octubre firmaron a Mac McClung, tricampeón del Concurso de Mates (2023-25), por un multianual no garantizado, siendo así su primer contrato estándar tras seis juegos NBA dispersos. El base de 26 años, MVP de la G-League 2023-24 con 25,5 puntos y 6,4 asistencias en Osceola, aporta versatilidad en ambas posiciones de guardia. Para abrir hueco, cortaron a James Wiseman, el pívot de 24 años que jugó solo dos partidos en dos años con Indiana (cuatro puntos totales), tras su Aquiles roto en 2024-25.
Carlisle, en su quinto año al mando, enfatiza el colectivo: “No hay tiempo para lamentos; adaptamos”. El quinteto probable incluye a Sheppard en base, Siakam como falso cuatro, en escolta y Walker en ala. Huff, de 2,16 metros, podría repetir como pívot. El ataque, que dependía de la velocidad (102,4 posesiones por juego en 2024-25), baja a 98,7; la defensa, 18ª en rating el año pasado, cede 118,3 puntos por encuentro, undécima peor. Con 3 derrotas, primero ante Thunder (125-122 en doble OT) y Timberwolves (110-105), y paliza en Memphis (118-96), existe mucha incertidumbre.
Esta racha de lesiones, la peor en tres años, pone a prueba a un roster reconstruido tras perder a Turner y con Siakam como ancla. McClung simboliza la apuesta por fichajes estratégicos: su salto vertical y visión podrían inyectar chispa. Si Toppin y Mathurin regresan a mediados de noviembre, los Pacers podrían estabilizarse; de lo contrario, el Play-In acecha.





















