La posibilidad de que Giannis Antetokounmpo abandone Milwaukee ha puesto a toda la NBA en alerta, y como era de esperar, Los Angeles Lakers han aparecido en el horizonte como un destino potencial. Sin embargo, para que los Lakers puedan siquiera soñar con sumar al dos veces MVP a su constelación de estrellas, el costo sería monumental.
Según ejecutivos de la liga, la llave maestra de esta operación tiene nombre y apellido: Austin Reaves.
La combinación de juventud, producción y flexibilidad contractual ha convertido a Reaves en uno de los activos comerciales más valiosos del mercado. Para los Lakers, esto plantea un dilema: ¿vale la pena sacrificar a una estrella en ascenso y pieza clave del presente por la oportunidad de formar un “Big Three” histórico con el griego?
El valor de mercado de Austin Reaves
Reaves no es solo una moneda de cambio; se ha transformado en una realidad. En 18 partidos esta temporada, promedia imponentes números de superestrella: 28.9 puntos, 5.7 rebotes, 6.8 asistencias y 1.2 robos, con una eficiencia del 52.6% en tiros de campo y 37.1% en triples.
Mientras los Milwaukee Bucks se hunden con un récord de 10-14 dependiendo excesivamente de Giannis, los Lakers navegan en la segunda posición del Oeste (16-5) gracias, en gran parte, al paso adelante de Reaves. Según Evan Sidery, insider de la liga, su perfil es exactamente lo que Milwaukee buscaría si decidiera apretar el botón de reinicio.
El periodista Jovan Buha señaló en su podcast que la construcción ideal del traspaso sería “Austin con un contrato máximo más tres selecciones de primera ronda”. Sin embargo, el movimiento salarial es complejo: los Lakers no pueden mover tantas selecciones hasta después de la temporada, momento en el que tendrían que firmar a Reaves por el máximo para luego enviarlo fuera, una maniobra arriesgada.
¿Por qué los Lakers deberían decir “no”?
A pesar de la tentación que representa Giannis, la lógica deportiva sugiere que los Lakers deberían resistir el impulso. Reaves ha demostrado ser mucho más que un complemento; es una piedra angular. Su química en la cancha con Luka Doncic ha sido innegable, permitiendo al equipo sobrevivir y prosperar incluso ante la ausencia inicial de LeBron James.
Desmantelar esa química por una tercera superestrella conlleva riesgos enormes. La historia reciente de la NBA, incluyendo la propia unión de Giannis con Damian Lillard, demuestra que acumular nombres no garantiza el éxito inmediato. Además, existe la preocupación real sobre la distribución de balón y tiros en un equipo con Doncic, James y Antetokounmpo.
Reaves ya ha respondido a la pregunta del millón: “¿Quién es la tercera estrella de este equipo?”. La respuesta está en casa. Enviar a un jugador de 27 años que está entrando en su mejor momento a otra franquicia podría ser un error que los Lakers lamentarían durante la próxima década.
De momento, la gerencia de los Lakers tiene en sus manos la decisión de mantener el rumbo con un núcleo que funciona o arriesgarlo todo por el gigante griego.
Gizech Daniel Luy Nuñez, nacido en Caracas en 1989, descubrió su pasión por el deporte a los cinco años durante un clásico Caracas–Magallanes. Desde entonces, ha seguido de cerca el fútbol, béisbol, baloncesto y automovilismo, inspirándose en figuras como Jordan, Schumacher y Roberto Carlos. Periodista de profesión, hoy combina su amor por el deporte con la escritura sobre apuestas deportivas y casinos en línea.
