
En el corazón de los Lakers, donde cada movimiento define temporadas enteras, surge un enigma que inquieta a la afición púrpura: ¿será un nuevo fichaje la pieza que rompa o salve sus aspiraciones en 2025-26? Con un roster estelar en ataque, pero vulnerable en la pintura, la presión recae en un jugador clave que debe dar el salto definitivo. ¿Un salvador oculto o el punto débil que frene su empuje en playoffs?
Deandre Ayton: A forjar su legado en los Ángeles
Los Lakers entran a la temporada 2025-26 con un roster renovado tras el impacto del traspaso de Luka Doncic por Anthony Davis en febrero de 2025, un movimiento que transformó su dinámica ofensiva pero dejó interrogantes en la defensa interior. Bajo el mando de JJ Redick, impulsado por Doncic y LeBron James, el equipo genera grandes expectativas, pero al mismo tiempo, su debilidad en rebotes en la temporada pasada también genera dudas, exponiendo la rotación en el puesto de cinco.
Esta carencia podría costarles en duelos contra gigantes como Denver o Minnesota, donde el control de la pintura decide series. Deandre Ayton, fichado vía buyout con Portland Trail Blazers por un contrato de dos años y 16,6 millones de dólares, se perfila como el pilar central. Seleccionado primero en el Draft de 2018 por Phoenix Suns, Ayton ha promediado 16,4 puntos y 10,5 rebotes en 398 partidos, con un 56,6% en tiros de campo en su última campaña. Sin embargo, su historial revela inconsistencia: suspendido 25 juegos en 2021 por dopaje y criticado por bajo esfuerzo en Phoenix.
En Portland, jugó 53 partidos con 14,4 puntos y 10,2 rebotes, pero lesiones en la pantorrilla lo limitaron. Los Lakers apuestan a que, junto a Doncic y James, Ayton florecerá en un rol secundario, pero su salto a All-Star aún pendiente tras siete años, genera dudas. La profundidad tras Ayton es escasa, siendo el mayor riesgo para un equipo que aspira a playoffs profundos. Jaxson Hayes, de 25 años y 2,13 metros, regresa tras una lesión en el tobillo que lo dejó fuera 30 partidos en 2024-25; Su rol como suplente en pick-and-roll es valioso, pero su defensa perimetral es limitada, como evidenció en playoffs contra Minnesota. Maxi Kleber, adquirido en un traspaso con Dallas en 2024, aporta tiro exterior (37% en triples en 2024-25), pero su impacto en la pintura es mínimo. A sus 35 años, Kleber es más un espaciador que un protector de aro, con solo 0,4 tapones por juego.
El enigma de Ayton: ¿El salto que los Lakers necesitan?
Ayton representa una apuesta de alto voltaje para los Lakers. En Phoenix, alcanzó picos como 18,3 puntos y 10,2 rebotes en 2020-21, pero cayó en producción tras la llegada de Durant, promediando 15,6 puntos en 2023-24. Su eficiencia cerca del aro (62% en 2024-25) es élite, pero el bajo volumen en tapones (0,7 por juego) y robos (0,5) cuestiona su impacto defensivo. En Portland, mejoró en rebotes ofensivos (3,1 por juego), pero el equipo ganó solo 21 partidos, limitando su exposición en clutch. Los Lakers esperan que, sin la presión de estrella, Ayton promedie dobles-dobles consistentes junto a Doncic, quien genera una gran cantidad de asistencias por juego.
Sin un cinco fiable en la segunda unidad, los Lakers podrían sufrir en postemporada, donde el rebote ofensivo decide el 40% de posesiones extras. En 2024-25, cayeron en primera ronda ante Minnesota por fallos en la pintura (38% rebotes defensivos), y sin Davis, la carga fue aún mayor. En pocas palabras, los angelinos esperan un nuevo resurgir de Deandre Ayton, añorando que pueda tener el mismo rendimiento de sus años dorados en Phoenix, junto a Doncic y LeBron, las expectativas seguirán creciendo.