
En el corazón de la NBA, donde cada regreso es una batalla contra el tiempo y el cuerpo, Joel Embiid reaparece tras ocho meses de silencio forzado por una cirugía de rodilla que lo dejó al borde del abismo. Con los 76ers al borde de una nueva temporada marcada por dudas y esperanzas, su sombra en la cancha despierta un torbellino de emociones. ¿Ha recuperado el pívot camerunés su dominio élite, o esta vuelta es solo un espejismo? Las noticias NBA desvelan un primer paso que podría reescribir el destino de Filadelfia, intrigando a quienes anhelan ver al MVP de 2023 de vuelta en su trono.
El primer paso de Joel Embiid: De la ovación a la realidad del juego
Joel Embiid, el pívot de 31 años que ha definido la era moderna de los 76ers con su mezcla de fuerza y astucia, pisó la cancha del Wells Fargo Center el 17 de octubre por primera vez desde el 22 de febrero. Contra un Minnesota Timberwolves diezmado, sin sus titulares principales, Embiid abrió el partido como el centro de atención, recibiendo una ovación ensordecedora de los aficionados que lo han extrañado. Su primer intento, un triple a los siete segundos, rozó apenas el aro, un recordatorio humilde de los meses perdidos.
Pero en 19 minutos de rotación controlada, el camerunés mostró destellos de su versión imparable: 14 puntos con eficiencia en pick and pops, ocho asistencias que tejieron jugadas fluidas con Tyrese Maxey y el novato VJ Edgecombe, y siete rebotes que reforzaron su presencia interior. El entrenador Nick Nurse, con un enfoque en la gestión de cargas, limitó sus periodos a seis minutos iniciales y tres en el segundo cuarto, priorizando la precaución tras la artroscopia en su rodilla izquierda en abril. Embiid, quien promedió 34,7 puntos en 39 juegos antes de su última baja, no cojeó como en fragmentos de 2024-25; corrió, facilitó y robó tres balones, contribuyendo a una victoria 126-110 donde Filadelfia superó a los rivales por 12 puntos en sus minutos.
“Sentí todo en ese tiro fallido, pero era solo el comienzo”, reflexionó, riendo de su instinto inicial. Esta actuación, contra reservas de Minnesota, no resuelve dudas, pero enciende una chispa: el equipo, que lideró 20-11 al final del primer cuarto con él en pista, fluyó con naturalidad, evocando el dominio que llevó a playoffs en 2023. Para Embiid, esta noche fue terapéutica. Su alegría contagió: Maxey, su compañero inseparable, destacó cómo “su felicidad era contagiosa, y la mía al verlo de vuelta”. En una carrera marcada por ausencias, este retorno simboliza resiliencia.
Implicaciones para Joel Embiid y los 76ers en la temporada 2025-26
El regreso de Joel Embiid no borra las sombras de una 2024-25 caótica, pero ilumina un camino posible para Filadelfia, que entra a la campaña como enigma en el Este. Con promedios de 23,8 puntos, 8,2 rebotes y 4,5 asistencias antes de su cierre prematuro, Embiid fue descartado en febrero por acumulación de lesiones, incluyendo un esguince de pie y fractura nasal. Su ausencia contribuyó al colapso: sin él, los 76ers perdieron profundidad, terminando 13ros en la conferencia. Ahora, sano tras meses de prácticas ligeras desde el inicio del campamento en septiembre, su rol será fundamental.
Nurse planea rotaciones cautelosas: Embiid podría debutar en Boston sin “back to backs” iniciales, limitando minutos a 25-28 por juego para preservar su explosividad. Su química con Maxey, quien sumó 27 puntos esa noche, y Edgecombe, tercera selección de 2025, promete versatilidad: pick and pops que espaciaron la defensa de Minnesota y transiciones donde Embiid robó y asistió. Sin embargo, sombras persisten: George y Trendon Watford podrían perderse el debut, y Jared McCain, con lesión de UCL, demora mucho más su impacto. En el Este, donde Cavaliers y Boston dominan, un Embiid sano podría impulsar a los 76ers a llegar lejos en esta temporada.