¿El hombre de hierro de la NBA? La sorprendente racha de Mikal Bridges
Mikal Bridges, conocido como “The Warden”, ha redefinido lo que significa ser un “hombre de hierro” en la NBA

En la NBA, donde la gestión de carga y las lesiones son parte del juego, Mikal Bridges se alza como una excepción extraordinaria. Con 556 partidos consecutivos en la temporada regular hasta abril de 2025, según StatMuse, el alero de los New York Knicks no ha faltado a un solo encuentro desde su debut en 2018. Su racha, que incluye un año con 83 juegos, lo convierte en un símbolo de resistencia en una liga cada vez más cautelosa con el descanso de sus estrellas.

Una racha sin precedentes en la era moderna

Mikal Bridges, conocido como “The Warden”, ha redefinido lo que significa ser un “hombre de hierro” en la NBA. Durante las últimas cuatro temporadas (2021-25), ha jugado 329 partidos, uno más que el estándar de 328 que disputaron los equipos de la liga, según datos de ESPN. Este hito ocurrió en la temporada 2022-23, cuando, tras ser traspasado de los Phoenix Suns a los Brooklyn Nets, participó en 56 juegos con los Suns y 27 con los Nets, sumando un total de 83. Este logro lo coloca como el 42º jugador en la historia de la NBA en superar los 82 partidos en una temporada regular, una hazaña no vista desde Josh Smith en 2014-15.

La resistencia de Bridges no es solo un número. En una era donde el “load management” es común, su compromiso con jugar cada noche destaca. En 2024-25, promedió 17.6 puntos, 3.2 rebotes y 3.7 asistencias en 37 minutos por partido con los Knicks, demostrando que su durabilidad no sacrifica rendimiento. Su versatilidad como defensor y anotador lo ha convertido en un pilar, primero en Phoenix, luego en Brooklyn y ahora en Nueva York, donde su racha sigue creciendo.

Bridges no solo brilla en la NBA. Su mentalidad de no faltar a un partido se remonta a su etapa en Villanova, donde jugó los 116 encuentros posibles durante sus tres temporadas universitarias. En el instituto, solo se perdió dos juegos por enfermedad, según relató su entrenador a The Athletic. “Quiero estar siempre presente. Es mi trabajo”, dijo Bridges en una entrevista, reflejando una ética que lo distingue en un deporte donde las ausencias estratégicas son frecuentes.

El desafío de mantener el récord

La racha de Bridges, que lo sitúa como el líder activo en partidos consecutivos jugados, no está exenta de controversia. En abril de 2025, durante el último partido de la temporada regular contra los Nets, Bridges jugó solo seis segundos, cometiendo una falta para mantener viva su marca de 556 juegos. Este acto, aunque permitido por las reglas de la NBA, generó críticas en redes sociales, donde algunos aficionados cuestionaron la autenticidad de su racha.

Sin embargo, Bridges ha demostrado su compromiso jugando minutos significativos en la gran mayoría de sus partidos, liderando la liga en millas recorridas por juego (2.62, según NBA.com) y defendiendo a los mejores rivales. Comparado con el récord histórico de A.C. Green (1.192 partidos consecutivos), los 556 de Bridges están lejos, pero su hazaña es notable en el contexto actual. La NBA moderna, con calendarios exigentes y énfasis en la prevención de lesiones, hace que su consistencia sea aún más impresionante.

Jugadores como LeBron James o Kevin Durant han recurrido al descanso estratégico, pero Bridges, a sus 28 años, mantiene una filosofía distinta: “Si puedo jugar, estaré ahí”. A medida que la NBA evoluciona, la racha de Mikal Bridges se erige como un testimonio de resistencia y pasión. ¿Hasta dónde llegará este “hombre de hierro”? Mientras los Knicks sueñan con un título, Bridges sigue demostrando que, en un deporte de gigantes, la constancia puede ser la mayor fortaleza.

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