
Los Lakers han apostado fuerte por su visión a largo plazo con una decisión que genera debate: extender el contrato de su entrenador primerizo tras solo una temporada. Mientras LeBron James entra en su año final de contrato, el equipo busca estabilidad con Luka Doncic como nuevo pilar. ¿Es esta movida un salto de fe o el catalizador para volver a la élite? Explora cómo esta estrategia podría redefinir la franquicia.
La extensión de contrato: Confianza en un entrenador primerizo
Los Lakers han extendido el contrato de JJ Redick, su entrenador en su segundo año, anunciándolo recientemente durante una conferencia de prensa en el UCLA Health Training Center. Rob Pelinka, presidente de operaciones de baloncesto, justificó la decisión por la “confianza y creencia” en Redick, quien firmó inicialmente un contrato de cuatro años por 32 millones de dólares en junio de 2024. Los términos de la extensión no se divulgaron, pero Pelinka enfatizó que Redick es“un entrenador especial con una voz especial que nos ayuda a definir la cultura de excelencia de los Lakers”.
Redick, exjugador de 15 temporadas en la NBA, guió a los Lakers a un récord de 50-32 en 2024-25, asegurando el tercer puesto en el Oeste y el título de la División Pacífico. Sin embargo, cayeron en primera ronda de playoffs ante Minnesota en cinco juegos, lo que generó dudas sobre su preparación para un roster estelar. Pelinka destacó que la extensión busca “planificación a largo plazo” para construir identidad, reconociendo la rareza de extender a un novato: “No pasa desapercibido que un entrenador primerizo reciba esto”, admitió Redick.
Esta apuesta refleja la filosofía de los Lakers de respaldar líderes jóvenes, similar a la extensión de Tyronn Lue en 2017 tras un anillo con los Cavaliers. Con 17 títulos de NBA, la franquicia busca estabilidad en un Oeste cargado, donde equipos como Oklahoma City Thunder, Houston Rockets y Denver Nuggets se perfilan como favoritos.
Lecciones de McVay y Brady: Forjando hábitos de campeonato
Para potenciar su rol, Redick ha buscado mentoría fuera de la NBA, reuniéndose con Sean McVay, entrenador de los Rams, y Tom Brady, exmariscal de los Patriots. En mayo, Redick pasó tres horas con McVay, discutiendo liderazgo y preparación, adoptando “jugadas de utilidad” para mantener involucrados a Luka Doncic, LeBron James y Austin Reaves en minutos compartidos. McVay elogió su disposición para aprender, destacando similitudes en la gestión de grupos. Con Brady, Redick exploró principios de liderazgo y metodología, enfocándose en “lo mejor para el grupo” en lugar de estilos personales.
Estas sesiones, que incluyeron a Bill Belichick, buscan infundir “hábitos de campeonato” en los Lakers, cuyo rating ofensivo se potenció luego del traspaso de Luka Doncic. Los Lakers han reforzado su plantilla para 2025-26 con Deandre Ayton, Marcus Smart y Jake LaRavia, firmados en un verano agresivo. Ayton, exnúmero 1 del Draft 2018, añadirá presencia en la pintura, complementando a LeBron y abriéndole mucho más los espacios. Smart, DPOY 2021-22, trae defensa élite, mientras LaRavia aporta versatilidad tanto a la defensiva como con tiros desde el perímetro.
James, con opción de 52.6 millones activada, entra en su último año; Pelinka respeta su decisión: “Se ha ganado elegir su historia”. Redick, tras reuniones con James en Los Ángeles y Hamptons, nota el compromiso: “Está en un gran lugar mentalmente”. Doncic, también extendido por tres años y 165 millones, es el futuro de la franquicia. El training camp inicia pronto, y el debut el 21 de octubre contra Warriors será sumamente revelador. ¿Redefinirá esto a los Lakers o será un paso en falso? La temporada lo dirá.