
Los Golden State Warriors han sido considerados ganadores de la pretemporada en los últimos tiempos. Como es bien sabido, en 2016, los Warriors sorprendieron al mundo del deporte al llegar a un acuerdo con la estrella de los Oklahoma City Thunder y ex MVP Kevin Durant, formando quizás el mejor “superequipo” de la historia de la NBA. Además, también ficharon a DeMarcus Cousins en 2018.
Sin embargo, los Warriors podrían ser vistos como los mayores perdedores de la pretemporada de la NBA de 2025, y la razón es bastante obvia: Jonathan Kuminga. Todo comenzó después de que los Warriors firmaran una extensión de contrato con su compañero del draft de 2021, Moses Moody, antes de la temporada pasada, lo que significó que Kuminga tendría la temporada 2024-25 para demostrar lo que merecía en su próximo contrato.
Kuminga tuvo una temporada 2024-25 con altibajos, con un tramo de 13 partidos en el que promedió 21.1 puntos y otros puntos bajos, como una ausencia de 31 partidos por lesión y varias bajas durante los playoffs. Según los informes, parece que Golden State Warriors quiere a Kuminga de vuelta para tenerlo como una eventual moneda de cambio, pero el alero de 22 años podría optar por otra opción.
Según el experto Anthony Slater de ESPN, “Kuminga ha indicado a sus allegados que la oferta calificada de $7.9 millones es más atractiva para él que la propuesta actual de los Warriors (dos años, $45 millones)”.
¿Qué significa esto para los Warriors?
En resumen, que Kuminga aceptara la oferta calificada de Golden State sería el peor escenario posible para la directiva de los Warriors. Primero, Kuminga firmaría por un año y 7,9 millones de dólares, y tendría la capacidad de vetar cualquier traspaso durante la temporada. Esto no solo sería un problema para Golden State a la hora de cerrar acuerdos, sino que un salario de 7,9 millones de dólares sería difícil de mover.
Si analizamos la liga, como referencia, los jugadores que se encuentran dentro de ese rango salarial de $7.9 millones incluyen a Payton Pritchard, Ayo Dosunmu y Max Christie. Si bien todos son excelentes jugadores de rotación, ninguno de ellos sería una pieza clave en la plantilla, que parece ser lo que busca la directiva a cambio del delantero de 22 años.
Por lo tanto, Golden State se ve obligado a actuar en esta situación. Si los Warriors no aumentan su oferta, Kuminga prácticamente podrá controlar su destino y podría terminar yéndose sin pagar nada como agente libre sin restricciones en 2026. Si Golden State logra cerrar un contrato multianual con Kuminga de unos 25 millones de dólares, les daría más flexibilidad para traspasarlo una vez que se levante su restricción.
¿Quién tiene razón?
El mayor problema con esta situación es que ni los Golden State Warriors ni Jonathan Kuminga están equivocados. Desde el punto de vista de los Warriors, no pueden traspasar a Kuminga a la ligera sin una gran oferta sobre la mesa. Con el panorama actual del mercado, no habrá grandes ofertas por Kuminga.
Desde el punto de vista de Kuminga, los Golden State Warriors lo han perjudicado enormemente. La temporada pasada debería haber sido la oportunidad para que Kuminga demostrara su valía, pero en cambio, estuvo en la banca la mayor parte de la temporada. Kuminga tiene todo el derecho a creer que los Warriors frenaron su crecimiento.
Con tan solo 22 años, Kuminga debería tener la oportunidad de desarrollarse, y los Warriors no deberían perderlo. Si pasan otros dos años sin tener minutos de juego legítimos, la carrera de Kuminga en la NBA podría tomar un rumbo diferente.