¿Cómo perdió todo? La trágica caída de una promesa de la NBA
Seleccionado por los Boston Celtics como la elección 24 del Draft de 2004, Delonte West irrumpió en la NBA con un futuro prometedor

Delonte West, una vez una promesa brillante de la NBA, ha captado titulares por razones que poco tienen que ver con su talento en la cancha desde hace ya un tiempo. El exbase, que compartió vestuario con leyendas como LeBron James y Shaquille O’Neal, ha caído en una espiral de problemas mentales, adicciones y conflictos legales, perdiendo una fortuna de más de 16 millones de dólares. Sin duda que, su historia es un recordatorio de la fragilidad del éxito.

Una carrera prometedora truncada por demonios personales

Seleccionado por los Boston Celtics como la elección 24 del Draft de 2004, Delonte West irrumpió en la NBA con un futuro prometedor. Durante sus ocho temporadas, jugó 432 partidos, promediando 9.7 puntos, 3.6 asistencias y 2.9 rebotes, destacando con los Celtics, Cavaliers, SuperSonics y Mavericks. Su intensidad y versatilidad lo convirtieron en un jugador respetado, pero su vida fuera de la cancha estaba marcada por sombras más profundas. Diagnosticado con trastorno bipolar en 2008, West enfrentó desafíos mentales desde la adolescencia, incluyendo episodios de autolesión y hospitalizaciones, según reveló en una entrevista con The Washington Post en 2015.

Estas luchas, combinadas con una adicción a sustancias como el alcohol y el fluido de embalsamamiento, lo llevaron a un declive devastador. Los problemas legales también marcaron su trayectoria. En 2009, fue arrestado por posesión de tres armas de fuego cargadas durante un control de tráfico, lo que resultó en detención domiciliaria y consejería psicológica. En 2012, la NBA lo multó por un incidente con Gordon Hayward, y durante el paro de 2011, trabajó en una tienda de muebles por falta de recursos. Estos eventos fueron señales de una vida desmoronándose bajo el peso de sus demonios internos.

De la gloria al abismo: Una lucha sin fin

Tras retirarse en 2015, la situación de West empeoró, a pesar de haber ganado más de 16 millones de dólares, su bancarrota en 2015 reflejó decisiones financieras erráticas y los costos de su adicción. Videos virales lo mostraron en situación de calle, desde Houston en 2016 hasta Dallas en 2020, donde Mark Cuban, dueño de los Mavericks, lo rescató y financió su rehabilitación en Florida. West trabajó temporalmente en el centro de rehabilitación y parecía encaminarse hacia la recuperación, incluso intentando un regreso al baloncesto con la Big3 en 2022, sin embargo, la estabilidad fue efímera.

En 2024, West enfrentó nuevos problemas legales. En junio, fue arrestado en Virginia por violar condiciones de libertad condicional y resistirse al arresto, colapsando tras una persecución policial que requirió la administración de Narcan por una sobredosis. En noviembre, fue detenido nuevamente por allanamiento en Huntington, Virginia. Días recientes fue visto nuevamente en las calles de Washington mostrando un estado realmente preocupante.

Jameer Nelson, excompañero en St. Joseph’s, expresó su dolor: “Tiene mucha gente que lo quiere, pero necesita querer ayudarse a sí mismo”. La historia de Delonte West es un recordatorio desgarrador de cómo el talento no siempre basta para superar las adversidades. A pesar de los esfuerzos de figuras como Cuban y su exentrenador Phil Martelli, la combinación de trastorno bipolar y adicción ha sido un obstáculo formidable. Su lucha subraya la necesidad de sistemas de apoyo más robustos en la NBA para los atletas con problemas de salud mental. Aunque su historia aún no tiene un final, la esperanza persiste en que West encuentre el camino hacia la recuperación.

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