
El alero argentino de 43 años, que resistió el paso del tiempo y las lesiones para mantenerse vigente más de dos décadas, anunció su retiro definitivo del baloncesto y, con él, se apaga el último capítulo activo de la mítica Generación Dorada, el grupo de jugadores que transformó la historia del deporte argentino.
Después de 27 años de carrera profesional, se une al Olimpo de los consagrados en su país, un pedestal que también ocupan Manu Ginóbili y Luis Scola, por ejemplo. Afortunadamente, otros hispanos en la NBA han tomado el relevo. Si te interesa verlos, consulta aquí los precios actualizados de las entradas para ver un partido de la NBA este mes.
Casi tres décadas de carrera profesional
Carlos Delfino era un chico más de Santa Fe, donde el primer deporte de temprana edad era el fútbol. Aún así, la vida lo llevó por distintos caminos y encontró su vocación en el baloncesto.
A los seis años, su abuelo le construyó un aro en el patio de su casa, encendiendo una llama que lo acompañaría toda la vida. Después de formarse en clubes locales, debutó como profesional en 1998 con Libertad de Sunchales en la Liga Nacional, donde sus compañeros y entrenadores ya notaban que no era uno del montón.
Su mentalidad competitiva lo llevó a Unión de Santa Fe y, más tarde, a Europa. En 2000 fichó por Viola Reggio Calabria, donde promedió más de 12 puntos por partido y se destacó por su capacidad atlética y precisión desde el perímetro.
Pronto dio el salto al Fortitudo Bologna, donde se consolidó como una de las jóvenes figuras del básquet europeo y en 2002 brilló en el Mundial Sub-21 de Saitama (Japón). Esa medalla de bronce la comparte junto a Luis Scola y fue el salto definitivo que lo catapultó al radar de la NBA.
El sueño se concretó en 2003, cuando fue elegido en la primera ronda del Draft por Detroit Pistons. Al asegurar el puesto, se convirtió en el primer argentino en ser seleccionado tan alto. Su llegada a la NBA fue un hito para el deporte de su país.
Un argentino en la NBA
Delfino debutó oficialmente con los Pistons en 2004, en un equipo que acababa de ser campeón. Aunque sus primeros años fueron de adaptación, su rendimiento fue creciendo y en la temporada 2006-07 promedió 9,5 puntos y 3,3 rebotes. Delfino se destacó por su defensa y también por su efectividad en triples.
Durante ocho temporadas en la NBA jugó para Detroit, Toronto, Milwaukee y Houston, en los que acumuló 579 partidos y promedios de 6,8 puntos, 2,9 rebotes y 1,4 asistencias.
Desembarcó en los Raptors y explotó ofensivamente, mientras que en los Bucks vivió su mejor etapa, con 13,1 puntos por juego en 2011-12. En los Rockets, antes de su grave lesión en el pie, se consolidó como un sexto hombre de valor para el equipo.
Como toda carrera de fondo, los obstáculos siempre estuvieron presentes. Las operaciones lo alejaron de las canchas por años, pero Delfino siempre volvió. En total, fueron 27 años de carrera profesional en los que mostró su nivel a través de tres continentes, siempre con la camiseta número 10.
¿Qué otros argentinos forman parte del “Olimpo del Baloncesto”?
Si Delfino abrió la puerta, los que llegaron después la hicieron aún más grande. Hay cuatro jugadores con los que compartió cancha, camiseta y bandera, que también están a su altura y que, por ser contemporáneos, ya se han retirado.
Manu Ginóbili
“Manu” Ginóbili es el máximo referente del básquet argentino. Ganó cuatro anillos de la NBA con los San Antonio Spurs (2003, 2005, 2007 y 2014), fue Sexto Hombre del Año y dos veces All-Star.
Con la selección albiceleste conquistó el oro olímpico en Atenas 2004 y el bronce en Pekín 2008. Fuera de Estados Unidos y la URSS, solamente Yugoslavia había conseguido el oro en baloncesto, por todo lo anterior y más en 2022 se convirtió en el primer argentino en ingresar al Salón de la Fama del Baloncesto.
Luis Scola
Nacido en Buenos Aires, Scola fue el alma y motor de la Generación Dorada. Con 25 años de carrera profesional, jugó en Europa, la NBA, China e Italia.
El oro en Atenas 2004 y el bronce en 2008 le dieron un giro a su carrera. Es todavía el segundo máximo anotador en la historia de los Mundiales FIBA y ya retirado, es directivo del Pallacanestro Varese en Italia.
Andrés Nocioni
El “Chapu”, santafesino al igual que Delfino brilló en el TAU Cerámica, donde fue MVP de la ACB en 2004, y ganó la Euroliga con el Real Madrid en 2015.
En la NBA jugó con los Chicago Bulls, Sacramento Kings y Philadelphia 76ers. Con la selección ganó oro en 2004, bronce en 2008 y fue clave en los grandes torneos FIBA de la década.
Fabricio Oberto
Fabricio Oberto fue el pívot cerebral que unió talento y sacrificio. Tras triunfar en Europa, llegó a la NBA y ganó el anillo con los San Antonio Spurs en 2007 junto a Ginóbili, mientras que fue uno de los artífices del oro en Atenas.
Al igual que los anteriores, está retirado y aunque ahora se dedique a la producción audiovisual, la memoria de sus compañeros de equipo quedará grabada siempre en su retina.