
La NBA 2025-2026 arranca con promesas de talentos frescos, pero un revés inesperado en la pretemporada pone en jaque a uno de los novatos más cotizados del Oeste. Este joven alero, seleccionado en el top 5 del draft, ha deslumbrado con su anotación explosiva, solo para toparse con un dolor persistente que amenaza su debut soñado. ¿Podrá superar esta prueba temprana y consolidarse como el pilar de su reconstrucción? El enigma genera zozobra en un equipo que lo ve como salvador.
El ascenso meteórico de Ace Bailey en el radar de la liga
Ace Bailey irrumpió en la escena como un prodigio de 1,98 metros, forjado en las canchas de Rutgers, donde su versatilidad como alero lo convirtió en el recluta número dos de su generación. Elegido en la quinta posición por los Jazz en junio, superó un verano turbulento marcado por un breve impasse con su agencia de representación, que lo dejó sin entrenamientos formales con equipos. Aquel episodio, resuelto con un nuevo asesor, no empañó su aura: scouts lo comparan con figuras como Michael Porter hijo por su tiro fluido y atletismo, aunque reconocen brechas en su manejo defensivo y selección de disparos.
En la pretemporada, Bailey se erigió como titular indiscutible en los tres encuentros iniciales, inyectando vitalidad a un roster en renovación. Su impacto inicial fue arrollador: destellos de anotación que recordaban a veteranos, con rachas que forzaron dobles marcas y abrieron espacios para compañeros. Esta explosividad lo posiciona como el complemento ideal para Lauri Markkanen, el eje ofensivo de Utah, en un proyecto que prioriza el desarrollo sobre victorias inmediatas. Sin embargo, su racha de brillo se vio truncada abruptamente, revelando vulnerabilidades que el salto a la profesionalidad acelera.
Una tendinitis bilateral en las rodillas surgió como un recordatorio crudo de la exigencia física de la NBA, diagnosticada tras una molestia que el propio Bailey reportó con honestidad durante un partido de exhibición. El entrenador Will Hardy, conocido por su enfoque meticuloso en la gestión de cargas, optó por retirarlo en el primer tiempo para evitar agravios, una medida que prioriza la longevidad sobre el espectáculo. “Se trata de cuidarlo, sin pruebas adicionales”, enfatizó Hardy.
El impacto de la tendinitis: Precaución en un cuerpo joven
Esta inflamación, común en atletas de 19 años con historiales de alto volumen de minutos en la universidad, responde a movimientos repetitivos que el básquet amplifica: saltos, cambios de dirección y aterrizajes en tráfico. Para Bailey, quien lideró a Rutgers en rebotes y tapones pese a un equipo irregular que finalizó con saldo negativo, el reto radica en equilibrar su instinto anotador con una preparación que fortalezca tendones y ligamentos. En Utah, un mercado donde las lesiones de novatos como Keyonte George en 2023 generaron dudas, este contratiempo genera mucha cautela. El staff médico, alineado con protocolos de la liga, planea un monitoreo semanal, ajustando sesiones de práctica para incorporar fortalecimiento específico sin comprometer su curva de aprendizaje.
Su salida prematura coincidió con el regreso de Markkanen tras una contusión en la muñeca, un guiño a la profundidad que Utah cultiva, pero también un llamado a la paciencia. Si la tendinitis se resuelve en días, como anticipa el cuerpo técnico, Bailey podría reaparecer en el último amistoso ante Portland, calibrando su rol y potenciando alineaciones de cara a la nueva temporada. En el panorama más amplio de la NBA, donde el 40% de los novatos top 10 enfrenta dolencias menores en pretemporada, son síntomas que llevan a la precaución.
Este revés, lejos de apagar su estrella, ilumina la fragilidad del ascenso en la NBA. Bailey, con raíces en Tennessee y un apodo ganado en canchas locales, lleva el peso de expectativas que trascienden Utah: ser el rostro de una era en reconstrucción. La pretemporada, ese laboratorio de pruebas, revela que las futuras estrellas no solo brillan por talento, sino por cómo enfrentan sombras tempranas. En un Oeste implacable, su recuperación dicta si Utah acelera su reconstrucción o ajusta ritmos con prudencia.