El Barça Basket, ese gigante catalán que parecía tambalearse al borde del abismo, ha encontrado en Xavi Pascual un revulsivo inesperado. En apenas un mes desde su regreso al banquillo, el equipo ha pasado de la irregularidad crónica a una competitividad feroz que huele a playoffs. ¿Qué ajustes sutiles han convertido derrotas en victorias? Detrás de las cifras, una revolución discreta que podría redefinir la temporada en la Euroliga y la Liga Endesa.
La muralla defensiva que ha silenciado a los rivales
La defensa, talón de Aquiles del Barça Basket en los primeros compases de la campaña, ha experimentado una metamorfosis radical bajo el mando de Pascual. Antes de su llegada, el conjunto azulgrana recibía un promedio de 86,6 puntos por partido en la Liga Endesa y 88 en la Euroliga, cifras que reflejaban una vulnerabilidad alarmante en transiciones y perímetro. Desde el debut del técnico de Gavà el 20 de noviembre ante el Anadolu Efes, donde cayeron por un ajustado 74-73 tras un fallo en los segundos finales, el equipo no ha superado los 80 puntos en contra en ninguno de sus cuatro triunfos posteriores.
En la victoria ante el Dreamland Gran Canaria (61-72 el 23 de noviembre), el Barça asfixió a un rival que promediaba 82 puntos en casa, limitándolos a solo 61 con una presión asfixiante que generó 12 robos de balón. Contra el ASVEL Villeurbanne (88-78 el 26 de noviembre), en su regreso al Palau Blaugrana, la defensa perimetral brilló: Joel Parrom y Wade Baldwin anotaron apenas 18 puntos combinados, mientras el rating defensivo descendió a 75,8 puntos por cada cien posesiones. El MoraBanc Andorra (102-71 el 3 de diciembre, pero con ecos de noviembre), donde el promedio global de puntos encajados bajo Pascual se sitúa en 72,6, quince menos que con Joan Peñarroya.
Este blindaje no es fortuito. Pascual ha impuesto rotaciones más agresivas en el poste bajo y cambios rápidos en pantallas, reduciendo el acierto rival en triples al 29 por ciento en clutch time. En noviembre, el equipo recuperó 48 balones en esos cuatro partidos, un 20 por ciento más que en octubre, lo que ha elevado su eficiencia defensiva al quinto puesto de la Euroliga. Es una defensa que no solo contiene, sino que alimenta el contraataque, con transiciones que han incrementado los puntos en rápido de 12 a 18 por encuentro. El Barça Basket ya no es permeable; es un muro que obliga a los oponentes a dudar.
La cohesión colectiva que ha devuelto la ilusión
Más allá de las líneas estadísticas, los cambios en el Barça Basket radican en una implicación renovada que impregna cada posesión. Pascual, con su experiencia de siete Euroligas ganadas como jugador y asistente, ha inyectado orden donde reinaba el caos. Antes, el equipo sufría baches de hasta 25 puntos en cuartos clave; ahora, la regularidad es la norma. En los cinco partidos bajo su tutela, incluyendo la derrota inicial, el diferencial de rebotes ha virado a positivo en tres, con un total de ocho más capturados que los rivales. Shengelia, por ejemplo, promedia 7,5 rebotes en noviembre, un salto del 25 por ciento respecto a octubre, clave en el triunfo ante Gran Canaria donde dominaron el vidrio 38-32.
La implicación es palpable: jugadores como Kevin Punter, que firmó 24 puntos y siete asistencias ante el ASVEL, o Willy Hernangómez con dobles-dobles en dos de los últimos tres juegos, han elevado su intensidad. Ya no hay regulaciones en defensa durante la Liga Endesa; el esfuerzo es uniforme, con una media de 24,5 asistencias por partido que refleja un juego colectivo más fluido. En clutch, el equipo anota con un 58 por ciento de acierto, frente al 42 anterior.
Esta solidez ha permitido rachas como las cuatro victorias consecutivas que culminaron en noviembre, elevando al Barça al octavo puesto de la Euroliga con 6-4 y al tercero en la ACB con 7-2. Pascual insiste en que “queda mucho por mejorar”, pero los números hablan: un net rating de +12,4 en sus juegos, el mejor de la temporada. El Barça Basket no solo compite; ilusiona, con un vestuario unido que mira a playoffs con ambición renovada. En un mes, Pascual ha tejido una identidad que podría llevar al Palau a cotas altas.
Freddy Díaz, nacido en Caracas, Venezuela, es un apasionado del deporte con 5 años de experiencia en creación de contenido, redacción de noticias, editoriales y pronósticos deportivos. Especializado en baloncesto, disciplina que practica desde los 8 años, vive y siente el deporte como parte esencial de su vida. Su conocimiento práctico y analítico lo convierten en una voz autorizada, combinando experiencia en la cancha con una sólida trayectoria en el mundo del periodismo y análisis deportivo.
