
La Euroliga, con su intensidad que forja leyendas y rompe barreras, vive un mercado de traspasos que no da tregua. Tras una lesión que deja a un jugador clave fuera por meses, el Partizan de Belgrado acelera su búsqueda de refuerzos, y un nombre de la NBA con pasado en los Knicks, emerge como opción principal. Este movimiento, nacido de la necesidad, podría transformar al equipo serbio en un contendiente serio. ¿Es el catalizador para playoffs profundos, o un riesgo en un torneo donde la adaptación es clave?
La lesión que obliga a actuar: El vacío de Carlik Jones en el Partizan
Carlik Jones, el base que llegó al Partizan en 2024 para inyectar dinamismo al backcourt, sufrió un golpe duro el 20 de octubre durante un duelo de la ABA League contra FMP. Una fractura en el pie izquierdo lo mantendrá fuera al menos tres meses, posiblemente hasta finales de año, dejando al equipo sin uno de sus creadores principales. Jones, con su visión y velocidad, era el motor en transiciones y pick and rolls, promediando contribuciones clave en los primeros cinco juegos de Euroliga, donde Partizan acumuló un balance de 3-2.
Su ausencia, sumada a la de Shake Milton por esguince de tobillo (esperado de vuelta pronto), obliga a Obradović a repensar su rotación exterior, donde la profundidad ya era un desafío. Esta baja no es solo numérica; es estratégica. Partizan, que aspira a llegar lejos tras una última temporada llena de altibajos, depende de un backcourt equilibrado para competir contra gigantes como Real Madrid u Olympiacos. Obradović, maestro en ajustes, ha optado por realizar algunos ajustes, pero la liga sabe que el club serbio no se conforma con soluciones temporales.
El mercado de octubre, con agentes libres de NBA disponibles tras cortes, se convierte en salvavidas. Jones, de 27 años y con experiencia en Memphis y Chicago, deja un hueco que exige un jugador con pulso en la Euroliga: alguien que maneje presión, cree espacios y defienda múltiples posiciones.
Cameron Payne como el elegido: De Knicks a Belgrado
Cameron Payne, el base de 31 años que brilló como suplente en los Knicks durante 2024-25, es el nombre que gana fuerza para cubrir el vacío. Cortado por los Pacers el 18 de octubre tras un campamento de pretemporada donde mostró destellos pero no convenció para el roster, Payne se ha convertido en el objetivo prioritario de Partizan. Representado por Jason Glushon, el jugador ha recibido ofertas europeas, pero Belgrado lidera por su urgencia y tradición de fichar NBA: desde Kevin Punter hasta Mathias Lessort, el club ha convertido exestrellas en héroes locales.
Payne, con más de 470 juegos en la NBA desde su elección de Draft en 2015 por Oklahoma, trae versatilidad: capaz de anotar en media distancia, asistir en pick and rolls y defender perimetrales. En Nueva York, su rol de energía en la segunda unidad donde aportó dirección y tiro, lo posiciona como ideal para Obradović, que valora bases inteligentes. Su etapa en Phoenix (2020-23) fue su pico, complementando a Chris Paul en un Suns contendiente; ahora, libre de cargas salariales, podría firmar un contrato hasta junio de 2026, con opción de salida si la NBA llama.
Este interés no es casual. Tras descartar a Spencer Dinwiddie (fichado por Bayern Munich), Partizan ve en Payne un perfil accesible: 1,96 metros, tiro exterior y experiencia en playoffs (18 juegos con Dallas en 2022). Para un equipo con tres victorias en Euroliga pero derrotas ajustadas contra Fenerbahce y Estrella Roja, Payne podría desbloquear el ataque, especialmente con Yam Madar lesionado. En la Euroliga, donde la profundidad define sobrevivientes, este movimiento subraya la ambición serbia.





















