
El Real Madrid de Sergio Scariolo navega entre la gloria doméstica y un exilio visitante que duele. Con tres triunfos en casa pero cuatro derrotas lejos del Movistar Arena, la última un 90-84 ante Bayern que diluyó una renta de 16 puntos, los blancos acumulan un 3-4 que los deja octavos. Sin embargo, un rumor de un fichaje estelar inyecta oxígeno: un pívot de la NBA, ex de Lakers y Kings, acecha en el horizonte. ¿Llegará a tiempo para anclar la pintura, o esta irregularidad condenará al Madrid a una temporada de inconsistencias?
La maldición visitante: Cuarta derrota en Múnich y dos caras del Madrid
El Real Madrid aterrizó en el SAP Garden de Múnich con la urgencia de estrenar su casillero a domicilio en la Euroliga 2025-26, pero el guion se repitió como un eco amargo. Desde el inicio de la temporada, los blancos han cosechado reveses contra Bolonia (Virtus, 74-68), Belgrado (Estrella Roja, 90-75 y Maccabi, 92-91), y ahora contra Bayern (90-84), sumando cuatro tropiezos en igual número de salidas europeas. Este balance de 3-4 los sitúa en el octavo puesto, a dos triunfos del playoff directo, en una competición donde el calendario de octubre, con doble jornada semanal, no perdona inconsistencias.
El duelo del 28 de octubre encapsuló la bipolaridad madridista. Un arranque flojo permitió al Bayern, colista en anotación de la Euroliga un 13-2 en tres minutos, pero el Madrid contraatacó con un 5-17 liderado por Trey Lyles, quien firmó 20 puntos, seis rebotes y dos asistencias en 28 minutos. Facundo Campazzo (8 puntos, 5 asistencias) y Edy Tavares (13 tantos, 7 capturas) ampliaron la brecha a 27-34 al final del primer cuarto. En ese lapso, la defensa blanca forzó 8 pérdidas rivales y limitó a Isiaha Mike. Pero el intermedio fue un punto de quiebre.
Con Tavares en el banco por una falta temprana, el Madrid implosionó ante una zona 2-3 bávara que Scariolo no supo descifrar. Mike, imparable con 5 de 7 en triples, orquestó un 21-6 en el tercer cuarto (65-63), castigando la ausencia de rotación interior. En el cuarto, Oscar Da Silva (10 puntos, 10 rebotes) y Xavier Rathan-Mayes (14 tantos, 8 en el último acto) sellaron el caos: los blancos anotaron solo 27 puntos en la segunda mitad, la peor producción desde la final de Berlín 2024 (26 ante Panathinaikos), con 10 en el tercero y 17 en el final. La defensa, que cedió 46 en rebotes (contra 32 propios), y 12 pérdidas madridistas fueron letales. Scariolo, tajante, resumió: “La intensidad rival y nuestra desconexión nos mataron; solo queda enfocarnos en Fenerbahce”.
Alex Len: El gigante ucraniano que podría rescatar la pintura blanca
En medio del vendaval, un rayo de esperanza ilumina el horizonte madridista: Alex Len, pívot ucraniano de 32 años y 2,13 metros, ha alcanzado un acuerdo multianual con el Real Madrid, según avanzó su agente Michael Lelchitski. Ex número 5 del Draft NBA, Len llega como el suplente ideal para Tavares, cubriendo el vacío dejado por Fernando, quien rescindió para fichar por Partizan. Len, libre tras ser cortado por Sacramento Kings donde promedió 1,6 puntos y 2,1 rebotes en 8,3 minutos en 46 partidos divididos con Lakers (10 juegos), trae 12 años de experiencia NBA en seis equipos: Suns (2013-18, pico de 12,4 puntos en 2015-16), Hawks, Raptors (donde coincidió con Scariolo en 2020-21), Wizards, Kings y Lakers.
Sus promedios vitales: 6,7 puntos, 3,1 rebotes y 0,3 tapones en 305 juegos, con 51,4% en tiros de campo. En 2024-25, pese a minutos reducidos, mostró eficiencia cerca del aro (60%) y presencia en bloqueos, ideal para un Madrid que necesita intimidación en los tableros. El contrato, con cláusula de salida NBA para verano 2027, incluye reconocimiento médico esta semana; si pasa, debutaría ante Fenerbahce el 30 de octubre.
Len, formado en Dnipro ucraniano, nunca ha jugado Euroliga, pero su envergadura (2,21 m) y experiencia en playoffs NBA lo posicionan como ancla defensiva ideal, aliviando a Tavares. Si se concreta, el gigante ucraniano podría ser el contrapeso que rompa la maldición visitante, permitiendo a Scariolo una profundidad más equilibrada. En el Palacio de los Deportes, donde el jueves llega Fenerbahce (4-3), esta noticia transforma la derrota en Munich de lamento a catalizador. El Real Madrid, eterno aspirante, apuesta por la experiencia NBA para reconquistar Europa.





















