
La Euroliga, epicentro del baloncesto continental con su intensidad y estrellas globales, enfrenta un terremoto que podría redefinir su mapa. El Asvel de Tony Parker, club emblemático francés, se encamina a una ruptura drástica tras una reunión clave en Londres, optando por un giro hacia la Champions League de Baloncesto. Este paso, impulsado por pérdidas financieras y visiones ambiciosas, posiciona al equipo para la futura liga NBA en Europa. ¿Es el colapso de un sueño o el nacimiento de uno nuevo? Las grietas en la Euroliga se ensanchan, y Parker, puente entre mundos, lidera el cambio.
El detonante financiero: Pérdidas que empujan al Asvel fuera de la Euroliga
El Asvel, bajo la presidencia de Tony Parker desde 2014, acumula déficits que erosionan su presencia en la Euroliga. En la temporada 2024-25, el club registró pérdidas netas de 4,2 millones de euros, pese a un presupuesto de 18 millones, con ingresos por taquillas y patrocinios cayendo un 15% por resultados mediocres, un balance de 5 victorias y 25 derrotas, penúltimo puesto. La licencia A exige un gasto mínimo en salarios de 5,85 millones de euros, pero el Asvel apenas alcanzó 4,55 millones, violando las normas de Fair Play Financiero y exponiéndose a sanciones o expulsión inmediata.
Esta crisis no es aislada: todos los clubes de la Euroliga operan en rojo, con un promedio de pérdidas anuales de 12 millones por equipo, según auditorías independientes. Parker, en una entrevista reciente, admitió que competir en la Euroliga cuesta 2 millones extras en peajes y logística, sin retorno proporcional en exposición global. El contrato actual expira en junio de 2026, y el club no renovará, optando por una salida pactada que podría incluir una multa de hasta 1 millón de euros. Esta decisión, filtrada por el periodista Luc Pagnon en Le Progrès, sigue a la reunión de accionistas en Londres, donde Parker defendió un “salto gigante” hacia sostenibilidad.
El impacto deportivo es palpable: el Asvel, con 10 participaciones en la Euroliga moderna, nunca superó los cuartos de final, y su plantilla actual no compensa la hemorragia. Parker, cuatro veces campeón NBA con San Antonio y MVP de Finales en 2007, ve en esta crisis una oportunidad para resetear, priorizando la meritocracia sobre licencias perpetuas. En Francia, donde el Asvel ganó 20 ligas y 13 Copas, esta movida genera debate: ¿traición a la élite o salvavidas para un baloncesto galo en declive, con solo Mónaco como baluarte en la Euroliga?
Hacia la Champions League: El puente al proyecto NBA-FIBA en Europa
La deserción del Asvel hacia la Champions League de Baloncesto (BCL) en 2026-27 no es retroceso, sino estrategia para el horizonte NBA Europa, anunciada por Adam Silver y Andreas Zagklis en marzo de este año. La BCL, en su décima edición iniciada el 7 de octubre con 53 equipos de 30 países, ofrece un calendario flexible, solo 30 partidos versus 34 de la Euroliga y premios escalonados: 900.000 euros al campeón, 300.000 al subcampeón, más incentivos por avances.
El Asvel, al unirse, accede directamente a un spot en la fase regular, evitando qualifiers y alineándose con la FIBA, socia clave de la NBA. Este camino imita éxitos como el de Unicaja Málaga, que abandonó el ecosistema Euroliga en 2021 y conquistó dos BCL consecutivas (2024 y 2025) más dos Copas Intercontinentales, con un modelo que equilibra doméstico y europeo sin déficits. Joventut de Badalona y Gran Canaria también migraron de la Eurocup a la BCL este año, elevando su cartel: la competición ahora incluye a ALBA Berlín, que dejó la Euroliga tras 24 años y un colista en 2024-25 (5-29), citando “cambios en condiciones de acceso”.
Por otro lado, la NBA inyectaría marketing global, transmisiones en streaming unificado y salarios competitivos, resolviendo el 30% de ingresos perdidos en Euroliga. Parker enfatiza la colaboración: “FIBA, Euroliga y NBA deben unirse en una liga fuerte”, pero advierte: “O acordamos, o la NBA llega sola”. En un continente donde el baloncesto genera 1.200 millones anuales, esta fractura podría fragmentar fans, pero también revitalizar: la BCL, con audiencia 20% superior en 2025, prueba que el cambio atrae en la mayoría de los casos.