Caitlin Clark
Foto: Andy Lyons/Getty Images

Caitlin Clark emerge como una estrella en la temporada WNBA 2025. Después de un año como novata en el que rompió récords, la armadora de las Indiana Fever pretende llevar a su franquicia a otro nivel. Sin embargo, su figura también busca cambiar el rumbo del baloncesto femenino para los próximos años.

La pregunta es la misma cuando se trata de prospectos emergentes de la WNBA: ¿Serán la excepción o son parte de la regla?

Los números fuera de cancha de Caitlin Clark

Sin lugar a dudas, Clark destaca en apartados estadísticos durante sus minutos en cada partido WNBA 2025. Así lo hizo durante la última temporada, y lo seguirá haciendo por el resto de su carrera. Sin embargo, su figura se engrandece cuando se trata de números fuera de cancha.

Con esto nos referimos al impacto que tiene Caitlin Clark en cuanto a visibilidad y exposición de la WNBA. No se trata de una tarea sencilla, dado que estrellas como Aj’a Wilson, Naphessa Collier, Breanna Stewart y Sabrina Ionescu son la cara de la liga. Pero en Clark existe un aura distinta.

Ejemplo de ello fue la pretemporada con las Fever antes de la WNBA 2025. El equipo jugó un encuentro amistoso ante la selección de Brasil en el Pabellón de la Universidad de Iowa, en donde Caitlin se formó. Más allá de un aforo lleno, el primero en la historia para un partido de baloncesto femenino, también los ratings televisivos se elevaron.

Además de ello, la presencia de Clark en el juego hizo que se rompieran récords en un partido de equipo WNBA en cuanto a cantidad de millas viajadas por fanáticos para acudir al evento.

Incluso, para poner en perspectiva su impacto, el encuentro de la NCAA entre Iowa vs LSU hace años y medio superó en visualizaciones al mejor rating de las Finales NBA 2024 entre Boston Celtics vs Dallas Mavericks.

Su juego y personalidad sobresalen en la WNBA 2025

De cierta forma, su año de novata fue un tanto de timidez y reconocimiento de la liga. A pesar de que dejó muestras de su carácter y personalidad en cancha, se mostró consciente de su lugar. La diferencia llegó en su segundo año, en donde hasta ahora se ve con mayor jerarquía y estatus.

Ese estilo de Clark sale del molde en comparación con otras estrellas. El carácter irreverente, y en donde a veces sobra a sus rivales, no siempre sienta bien. Sin embargo, para la WNBA es punto de inflexión para que se converse más sobre los partidos.

Las dudas están a la orden del día, respecto a si la WNBA llegará a un estándar económico y televisivo de importancia. La excepción a la regla parece estar con Caitlin Clark, pero el tiempo determinará si es la elegida para cambiar la historia del baloncesto femenino.

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