
En el resplandor de las medallas y las ovaciones del Eurobasket 2025, Giannis Antetokounmpo vivió un triunfo histórico con Grecia, pero una sombra siniestra empañó su alegría. ¿Cómo un partido de baloncesto derivó en amenazas de muerte contra su esposa y sus hijos? Esta historia revela el lado tóxico de la pasión deportiva, donde el odio anónimo cruza límites peligrosos. Descubre los detalles que han conmocionado al mundo del baloncesto y más allá.
El triunfo agridulce de Giannis Antetokounmpo en el Eurobasket
Giannis Antetokounmpo, la estrella de los Milwaukee Bucks y MVP de la NBA, finalmente coronó su carrera internacional con una medalla de bronce en el Eurobasket 2025. Grecia, bajo su liderazgo, superó a Finlandia por 92-89 en el partido por el tercer puesto en Riga, Letonia. Antetokounmpo registró 30 puntos, 17 rebotes y 6 asistencias en ese encuentro, promediando 28.9 puntos por partido en el torneo, lo que lo colocó como el segundo máximo anotador. Esta victoria marcó la primera medalla de Grecia en el Eurobasket desde el bronce de 2009, un logro que Antetokounmpo describió como “probablemente el mayor de mi vida como atleta”.
Sin embargo, el camino hacia ese podio no fue solo de gloria. En las semifinales del 12 de septiembre, Grecia cayó ante Turquía por 94-68, un revés que limitó a Antetokounmpo a solo 12 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias. El entrenador turco Ergin Ataman implementó una defensa asfixiante, con Ercan Osmani como marcador principal de Giannis, quien anotó 28 puntos en ese juego, destacando su rol en la neutralización del astro griego. Esta derrota no solo sacó a Grecia de la final contra Alemania, sino que encendió una chispa de rivalidad que se extendió más allá de la cancha. La tensión entre Grecia y Turquía en el baloncesto no es nueva.
Históricamente, los derbis entre ambos países en competiciones FIBA han sido intensos. Pero en 2025, el enfrentamiento semifinal avivó pasiones exacerbadas por declaraciones post-partido. Alperen Şengün, estrella de los Houston Rockets, comentó sobre la estrategia defensiva contra Antetokounmpo: “No es un gran pasador, es un jugador increíble, pero no un gran pasador. Solo intentamos saltar y cerrar la pintura”. Estas palabras, aunque tácticas, alimentaron un intercambio en redes que escaló rápidamente. Durante la celebración en vivo de Instagram de Antetokounmpo tras el bronce, fans turcos inundaron el chat con banderas de su país, lo que provocó una reacción visceral del jugador: “¡Sáquenla de aquí, la bandera turca!”. Este momento, visto por miles, se volvió el detonante para una oleada de odio dirigido no solo a Giannis, sino a su familia.
Amenazas de muerte y el odio que cruzó límites
La cara oscura emergió cuando Mariah Riddlesprigger, esposa de Giannis Antetokounmpo y madre de sus cuatro hijos (de 5, 4, 2 años y 4 meses), recibió mensajes privados de muerte en Instagram. Mariah compartió un pantallazo de un DM de un usuario turco: “Mataremos a toda tu familia. Tendrás miedo dondequiera que vayas”, dirigido explícitamente a ella y sus niños, vinculándolo a la derrota semifinal, según su publicación en Instagram Stories. En su respuesta pública, Mariah escribió: “¡La gente de este mundo es tan decepcionante! ¡Todo por una pelota de baloncesto! Espero que quienes envían odio y mensajes repugnantes a mi familia se sientan orgullosos”, y añadió: “No hay lugar para este comportamiento en el deporte. Felicidades al equipo turco por su medalla, pero a sus fans, esto no tiene cabida”. Antetokounmpo, visiblemente afectado, reforzó el mensaje en su Instagram Live post-bronce, denunciando las amenazas y pidiendo respeto.
La familia, que viajó a Letonia para apoyar a Giannis, enfrentó un acoso considerable, lo que profundizó el impacto emocional. En el contexto deportivo, un post de la Federación Turca de Baloncesto celebrando la victoria semifinal con “No Mercy” y una imagen de Antetokounmpo rezando provocó una protesta formal de la Hellenic Basketball Federation ante FIBA, que fue removido. La respuesta institucional fue rápida: la policía griega contactó a la familia Antetokounmpo el 16 de septiembre para ofrecer asistencia en identificar al remitente.
Para calmar las aguas, Giannis y Şengün publicaron una foto conjunta en redes el 17 de septiembre, con Antetokounmpo disculpándose por su “comentario inapropiado” y expresando “amor y respeto por Turquía y la gente del mundo”, mientras Şengün desactivó comentarios para evitar más escaladas. Este episodio subraya un problema sistémico en el deporte: el anonimato de las redes amplifica el odio, transformando rivalidades en amenazas reales. Para Giannis Antetokounmpo, el bronce es un hito, pero las cicatrices del odio recuerdan que la victoria no siempre borra las sombras. En un mundo donde el baloncesto une, estos incidentes nos obligan a reflexionar: ¿hasta dónde llega la pasión antes de convertirse en veneno?





















