
El Eurobasket 2025 está cada vez más cerca, y la selección española de baloncesto ha dado un paso firme en su preparación. En su segundo amistoso, España venció con autoridad a la República Checa (87-73) en el Torneo Ciudad de Málaga, dejando atrás las dudas tras la derrota ante Portugal. Con un juego más intenso y sólido, liderado por Josep Puerto, ¿está España lista para soñar con el oro?
Una reacción contundente que levanta ánimos
Tras un tropiezo inesperado ante Portugal (71-66) que generó críticas, la selección española necesitaba una respuesta clara, y la encontró frente a la República Checa en el Martín Carpena. El equipo de Sergio Scariolo mostró una versión renovada, con una defensa más agresiva y un ataque fluido que desarmó a los checos desde el inicio. Josep Puerto, escolta del Valencia Basket, brilló como máximo anotador con 15 puntos, incluyendo cinco triples que encendieron al público. Su actuación, junto al liderazgo de los jóvenes Mario Saint-Supéry (18 minutos, 9 puntos) y Sergio de Larrea (8 puntos), dejó claro la profundidad del equipo español.
El partido comenzó con titubeos, con España cayendo 7-14 por errores en ataque que recordaron el duelo ante Portugal. Sin embargo, Scariolo ajustó rápido, colocando a Alberto Díaz y Saint-Supéry juntos en el perímetro para frenar el arranque checo. Un parcial de 17-4 liderado por Puerto dio la ventaja al descanso (40-31), y el tercer cuarto fue una exhibición: triples de Puerto, Juancho Hernangómez y Darío Brizuela, además de la solidez de Jaime Pradilla, sellaron una renta de 12 puntos (71-59). Willy Hernangómez y Xabi López-Arostegui aportaron calma en los momentos clave, asegurando una victoria cómoda
Jóvenes talentos y un equipo en construcción
El Eurobasket 2025, que arranca el 27 de agosto, será un desafío mayúsculo, con rivales como Francia y la campeona mundial Alemania en el horizonte. España, vigente campeona de Europa, mostró en Málaga que su mezcla de veteranos y jóvenes puede ser letal. Scariolo dio descanso a Alberto Abalde y Santi Aldama, confiando en jugadores de segunda línea que respondieron con creces. Saint-Supéry, de solo 19 años, tomó las riendas con madurez, mientras Puerto se consolidó como una amenaza desde el triple, acertando el 62.5% de sus intentos. Brizuela, ovacionado por el Carpena, añadió chispa con 10 puntos, y Pradilla destacó en la pintura.
La intensidad defensiva, especialmente en el rebote (38-29 a favor de España), marcó la diferencia frente a la floja actuación contra Portugal. Scariolo, consciente de que el equipo lleva solo una semana de trabajo conjunto, subrayó la importancia de estos amistosos: “Estamos construyendo química. Cada partido nos hace más sólidos”. La afición, mucho más entregada que en el primer amistoso, respondió con entusiasmo, viendo en esta victoria un signo de esperanza. El próximo reto será el 14 de agosto en Badalona contra Francia, un duelo que pondrá a prueba la evolución del equipo. España también enfrentará a los galos en París (16 de agosto) y a Alemania en Madrid (21 de agosto) y Colonia (23 de agosto) antes del torneo.
Estos partidos contra rivales de élite serán cruciales para afinar un roster que, aunque joven, tiene hambre de gloria. Sin embargo, los retos no son menores. Francia, con sus destacados jugadores, y Alemania, campeona del mundo, serán pruebas de fuego. La derrota ante Portugal evidenció que España aún debe pulir detalles, especialmente en la consistencia ofensiva. Si logran mantener la intensidad defensiva y el acierto exterior visto en Málaga, los de Scariolo podrían repetir el éxito de 2022. Por ahora, esta victoria en el Carpena es un mensaje claro: la Eurobasket 2025 puede ser el escenario donde España recupere su corona.