
La preparación de España para el Eurobasket 2025, que arranca el 27 de agosto, comenzó con un inesperado traspié. En el Martín Carpena de Málaga, la selección de Sergio Scariolo cayó 74-76 ante Portugal en su primer amistoso, un resultado que encendió las alarmas. A pesar de un inicio prometedor, la segunda mitad expuso carencias que de seguro el equipo debe corregir para defender su título de 2022.
Un arranque ilusionante que se desvaneció
España, vigente campeona de Europa, saltó a la cancha del Martín Carpena con la intensidad esperada de un equipo en transición, pero con hambre de revalidar su corona en el Eurobasket 2025. El primer cuarto fue un recital: un parcial de 27-14, liderado por el acierto exterior de Alberto Díaz (9 puntos, dos triples) y la presencia interior de Santi Aldama. La rotación profunda, con aportes de Xabi López-Arostegui y Jaime Pradilla, permitió a España dominar con hasta 18 puntos de ventaja. Juancho Hernangómez (8 puntos, 17 de valoración) mostró destellos de liderazgo, mientras los jóvenes Sergio de Larrea (6 puntos) y Mario Saint-Supéry (5 asistencias) aprovecharon sus minutos.
Sin embargo, la dinámica cambió tras el descanso. Portugal, liderada por Neemias Queta (17 puntos, 28 de valoración), explotó las grietas defensivas de España. Un tercer cuarto desastroso, con 28 puntos encajados, permitió a los lusos igualar el marcador (62-59). La falta de movilidad y el escaso contraataque, evidenciaron que el equipo de Scariolo aún está lejos de su mejor versión. En el último cuarto, un triple fallado por Darío Brizuela a 15 segundos del final y un tiro libre errado por Aldama sellaron la primera derrota histórica de España ante Portugal.
Lecciones y retos para Scariolo rumbo al Eurobasket
La derrota, aunque en un amistoso, dejó un sabor amargo en Málaga, donde la afición esperaba un debut más sólido de “La Familia”. Scariolo, en su última gira como seleccionador antes de regresar al Real Madrid, enfrenta el desafío de cohesionar un equipo sin sus figuras históricas como Rudy Fernández, Sergio Llull o Álex Abrines. La ausencia de Usman Garuba por motivos personales y la exclusión de jóvenes promesas como Hugo González, por compromisos con sus clubes, han obligado a Scariolo a apostar por un roster en transición, con Santi Aldama como principal referente (único NBA presente).
El partido expuso carencias claras: la falta de un líder definido en momentos clave y problemas en el rebote defensivo, donde Queta y Travante Williams (14 puntos) castigaron a España. La ofensiva, que brilló en el primer cuarto con un 50% en triples, se atascó en la segunda mitad, sumando solo 27 puntos. Jugadores como Willy Hernangómez y Darío Brizuela no encontraron su ritmo, y la defensa no respondió ante la intensidad lusa. Sin embargo, el debut de jóvenes como Saint-Supéry, rumbo a Gonzaga, y De Larrea, con destellos prometedores, ofrece esperanza para el futuro. Este tropiezo, aunque doloroso, es un toque de atención para España, que aún tiene cinco amistosos por delante, incluyendo choques ante Francia y Alemania.
El próximo desafío será el jueves contra la República Checa, nuevamente en el Martín Carpena, donde Scariolo buscará ajustar la defensa y encontrar un equilibrio ofensivo. El Eurobasket 2025, con rivales como Italia y Grecia en el Grupo C, exige una versión más sólida de “La Familia”. La gira “Imperium Nostrum” es una oportunidad para pulir detalles, pero la derrota ante Portugal, un equipo fuera del top 50 de FIBA, subraya que el camino al quinto título europeo no será sencillo. ¿Podrá España transformar este revés en motivación para brillar en Chipre?