Vucevic anota 43 puntos y acaba con la maldición de Bulls ante Warriors

Explotó el talentoso Nikola Vucevic. Sin DeMar DeRozan en juego y con un irregular Zach LaVine, fue el montenegrino quien sedujo a la grada y llevó en volandas a Chicago Bulls a una victoria ante Warriors que rompe una mala racha que parecía no tener fin.

Bulls llevaba sin ganar a Warriors desde 2017. Desde entonces encadenaba 11 derrotas seguidas, y no parecía que con DeRozan de baja fuera el momento propicio para poner fin a esa curiosa condena. Pero Vucevic elevó su baloncesto hasta un nivel sideral para tumbar a unos Warriors que andan inmersos en una crisis de juego y resultados más que preocupante.

Lo de Vucevic fue delicatessen. Su partido fue simplemente espectacular: 43 puntos, 13 rebotes, 4 asistencias, 4 robos de balón, 18 de 31 en el tiro de campo con 5 triples anotados... Un vendaval para el equipo contrario, un vendaval de baloncesto que le hizo igualar su mejor marca anotadora en la NBA, que había logrado en su día jugando con Orlando ante precisamente su actual equipo, Chicago Bulls.

El partido resultó extraño a más no poder, una auténtica montaña rusa de sensaciones. Uno no sabía muy bien con qué quedarse. En el primer cuarto Chicago dominó a placer para un contundente 35-20, en el segundo Warriors dio un volantazo sensacional con un 24-42 para irse al descanso ganando 59-62. Pero lo que vino después del descanso... lo que vino después del descanso fue un desastre para el equipo de Steve Kerr: ¡73-56! Un parcial demoledor de Bulls para ganar 132-118.

Warriors asistió 35 de sus 41 canastas y abusó hasta la extenuación del triple, si bien lo hizo con acierto, metiendo 21 con un 41,2% de efectividad. Visto así, ¿cómo se le puede escapar a un equipo la victoria? Muy fácil, por dos motivos de primer orden. El primero es que en el equipo visitante no defendió ni el tato, asunto que se agravó en la segunda mitad. El segundo es que Warriors perdió 23 balones en el partido que generaron 31 puntos del rival. Una ruina evidente.

De ese modo, la sublimación del triple por parte de Warriors (lanzó 51 triples y solo 32 tiros de 2) se fue al garete a partir de dos hechos esenciales en el baloncesto: hay que defender y no se pueden perder balones a mansalva.

Además del prodigioso partido de Vucevic, Chicago tuvo a LaVine con 27 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, a pesar de padecer una muy negativa jornada desde el triple. Coby White metió 15 puntos desde la suplencia y Alex Caruso lo hizo bien desde la titularidad.

Warriors se pone en negativo (21-22), sin que sirvieran para nada los 8 triples de Klay Thompson, que acabó con 26 puntos. Stephen Curry hizo 20 puntos y 10 rebotes, pero dio 4 asistencias mientras perdía 8 balones, Jordan Poole sumó 15 puntos y Anthony Lamb 14.

Malos partidos de Andrew Wiggins, que no ha vuelto bien de su lesión, y de Draymond Green, que últimamente no está riendiendo de modo adecuado.

No hay duda, estos Warriors están en crisis. Necesitan mejorar cuanto antes.