JORNADA NBA / temporada regular 2022-2023

Brooklyn humilla a Warriors metiéndole 91 puntos en la primera parte

El primer cuarto acaba 46-17 y al descanso el resultado era de 91-51 en un triunfo arrollador

Warriors termina su gira por el Este con 1-5 y hace el ridículo en su doble cita neoyorquina

Ángel Mustienes |

Tenía que llegar. Warriors se rebozaba en el ridículo absoluto en su gira por el Este y el colofón no pudo ser más vergonzoso. Es cierto que no tenía en juego a Curry, Thompson, Wiggins, DiVincenzo y JaMychal Green, pero eso no puede excusar el más completo abandono defensivo.

La primera parte de Brooklyn Nets fue perfecta, en parte por las virtudes del equipo local y en parte por la dejadez absoluta de su rival, que encajó un 46-17 en el primer cuarto y un 91-51 al descanso, cifras emparentadas con la palabra récord y parciales que hicieron bueno para los californianos el 143-113 final, un +30 que se dio simplemente porque Brooklyn no quiso hacer más sangre.

Brooklyn sigue su marcha ascendente (20-12) y poco importó que esta vez no jugara Kyrie Irving. El resto se bastaron y sobraron para hacer papilla a un equipo que marcha con 15-18 en la clasificación, que acumula un bochornoso 3-16 fuera de casa, donde su actitud defensiva resulta inviable, y que cierra su gira por el Este con un 1-5 tras encajar 128, 125, 118, 110, 132 y 143 puntos, los 2 últimos partidos en Nueva York ante Knicks, perdiendo por 38, y ante Nets, cayendo por 30 tras una primera parte de auténtico cataclismo.

El 46-17 del primer cuarto supone la mayor paliza en un cuarto en la presente temporada y el 91-51 del descanso es la mayor diferencia alcanzada jamás por los Nets en el intermedio de un partido y su récord anotador en una media parte, ya fuera primera o segunda, el mejor registro de la historia de la franquicia y el tercero de todos los tiempos, solo superado por los 107 anotados por Suns en un partido en 1990 y los 92 encestados precisamente por los Warriors en un juego de 2018.

Al descanso, Kevin Durant había anotado ya 21 puntos, había dado 4 asistencias y había robado 3 balones, pero es que no era una cosa de Durant, era una auténtica fiesta colectiva, con los 10 jugadores locales que habían saltado a la cancha anotando y con todos ellos en 5 o más puntos.

Brooklyn estaba en un 71,4% en el tiro de campo, había metido 13 triples de 19 intentos y sumaba 25 asistencias por solo 2 pérdidas. Al otro lado, la nada, nadie al volante, todos desaparecidos, todos entregados ante la mirada imperdible y perdida de Steve Kerr, con Golden State no habiendo robado un solo balón y habiendo perdido 13. Eso se llama falta de actitud.

En los primeros compases del tercer cuarto se alcanzó la máxima ventaja, 44 puntos, con un 95-51. Y a partir de ahí la cosa se relajó un poco, porque si Brooklyn hubiera precisado alargar la diferencia, lo hubiera hecho.

Finalizó el partido 143-113 con Durant anotando 23 puntos, Edmond Sumner 16 y Royce O'Neale 14, siendo los tres importantes cuando el encuentro estaba en juego, es decir, en el primer cuarto.

Ben Simmons hizo 10 puntos y 8 asistencias en 19 minutos y completó un bello alley-oop a pase de T.J. Warren en el segundo cuarto.

El equipo neoyorquino terminó la noche con un 64,3% en el tiro y anotó 21 triples, además de sumar 42 asistencias.

Warriors, 4-7 en el mes de diciembre, vio la emergencia ofensiva del joven James Wiseman, que llegó en el día más inoportuno, pero que se elevó en el desastre como el único punto esperanzador de la noche. Hizo Wiseman 30 puntos, su récord personal en la NBA, y 6 rebotes, con 12 de 14 en el tiro, pero lo hizo en un marco distendido, cuando una canasta no tenía el valor real de una canasta.

Lo demás fue un desastre, porque más allá del orgullo de Wiseman, de su intento por mostrarse, no hubo nada. Desastrosos los partidos de Draymond Green y especialmente Jordan Poole (1 de 11 en el tiro y 7 pérdidas), mal Jonathan Kuminga, que se la pasó de risitas parte de la primera mitad, y tardía reacción, muy tardía, de Moses Moody, que al menos hizo numeritos personales.

Warriors vuelve a casa con una tonelada de puntos encajados y envuelto en el espíritu de la derrota. Nets, mientras, sigue sumando victorias y anda ahora mismo en un momento feliz.