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Pat Riley no piensa jubilarse: su pasión pervive a los 77 años

El presidente de Miami Heat asegura que se siente obligado a llevar a Heat al título

hispanosnba.com |

Tiene 77 años y ningún plan de jubilación a la vista. Pat Riley conserva la pasión por el baloncesto y por su trabajo en Miami Heat. El presidente de la franquicia de Florida tiene claro que ha de terminar la construcción de estos Heat, y que dicha conclusión pasa por ganar el anillo.

Miami Heat se quedó este año a un paso de acceder a las Finales de la NBA, unas Finales a las que llegó en 2020, en el marco de la burbuja Disney. Aquella vez perdió ante Lakers en unas Finales a las que Heat acudió lastrado por las lesiones de jugadores clave. En esta, cedió en el séptimo partido de las Finales del Este ante Celtics. Pero si algo ha demostrado la plantilla de Miami es que es altamente competitiva, y que no había asterisco alguno en su llegada a las Finales en 2020.

Riley dice que siente una obligación, que es lo mismo que tener un gran objetivo: "Siento la obligación de terminar esta construcción". O lo que es lo mismo... el equipo tiene que llegar de nuevo a las Finales. Objetivo: ganarlas.

"Creo que estamos en esa ventana de mejora interna. Tenemos un gran, gran, gran jugador en Jimmy Butler, eso lo sabemos", ha declarado el veterano exjugador, exentrenador y ahora ejecutivo en la rueda de prensa anual de Heat al final de temporada.

Riley se siente fuerte para acometer el reto. "Tengo 77 años y en este momento puedo hacer más flexiones de las que tú puedes hacer ahora mismo", desafió a un reportero en pleno acto informativo.

El integrante del Salón de la Fama se siente con fuerzas. A sus espaldas, 1 anillo de campeón de la NBA como jugador, 5 como entrenador jefe y 2 como ejecutivo. De todos ellos, 3 con Heat (2006 como entrenador y 2012 y 2013 como presidente).

Más allá de la mejora de Miami Heat, Riley sigue sintiendo pasión por su deporte, tal y como atestigua lo emocionado que está por ver la evolución del baloncesto en la NBA en los últimos 40 años.

"Es tan diferente de lo que era hace 20, 30, 40 años cuando entrenaba en L.A. Es un juego distinto", señaló Riley, sin entrar a juzgar si es mejor o peor, simplemente constatando lo evidente: es muy distinto.