JORNADA NBA / TEMPORADA REGULAR 2020-2021

Pelicans desinfla la vuelta de los aficionados de Celtics a las gradas

Zion Williamson y Brandon Ingram lideran el triunfo de Pelicans en el Garden (109-115)

Tatum anota 34, Brown no juega, Smart es expulsado y Fournier hace un desastroso debut

Ángel Mustienes |

Una espera larga, casi eterna... 386 días y 71 partidos después los Celtics pudieron disfrutar de su afición en la grada. Se vendieron todas las entradas para este Celtics-Pelicans, 2.298, el 12% del aforo del pabellón. Era un día festivo.

En ese marco emocional tan positivo para los Celtics debutó el francés Evan Fournier con la elástica de su nuevo equipo, y el estreno del ex de Magic fue un desastre. Boston perdió 109-115 acusando la baja de Jaylen Brown, y Fournier se fue sin anotar tras jugar 33 minutos en los que presentó un 0 de 10 en el tiro de campo con 0 de 5 desde el triple.

Pelicans era un mal invitado para la ocasión. El equipo de Stan Van Gundy, que sigue sin Lonzo Ball, está adquiriendo su mejor tono de la temporada. De hecho, con el triunfo de hoy ya suma 4 en los últimos 5 partidos en su lucha por equilibrar su registro general, que está ahora mismo en 21-25.

Celtics sigue el camino contrario. Venía de ganar 2 juegos consecutivos, pero la realidad es que últimamente anda perdido el equipo de Brad Stevens, que deambula por la liga con marca de 23-24, muy alejada de lo que se esperaba de este equipo.

Victoria visitante con 28 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias de Zion Williamson, 25 tantos y 9 asistencias de Brandon Ingram, 17 puntos de Nickeil Alexander-Walker y 15 puntos y 15 rebotes de un intenso Josh Hart. Pelicans lanzó por encima del 50% en el tiro de 3 y estuvo justo en el 50 en el de campo.

En Boston, Jayson Tatum fue, con mucho, el mejor jugador. Hizo el alero 34 puntos (14 en el cuarto final), 9 rebotes, 5 asistencias y 5 triples. Kemba Walker metió 23 puntos y Marcus Smart, 15 con un 0 de 6 desde el triple antes de ser expulsado a 24,7 segundos del final. Boston no defendió bien en la primera parte y no estuvo acertado desde el triple, pero no se le puede negar al equipo que luchara hasta el final cuando todo parecía perdido.

El partido tuvo emoción en su parte final, pero lo cierto es que estuvo siempre en la mano de Pelicans desde que se fuera ganando en el primer cuarto tras endosar un parcial de 2-14 a su rival, empecinado en ese primer acto en tirar y tirar de 3 sin freno alguno (15 de los 21 tiros de Celtics en el primer cuarto fueron triples).

A partir de ese 2-14, New Orleans se hizo dueño del partido sin ser capaz de romperlo. Al descanso dominaba 55-64 tras una gran primera parte de Josh Hart y un inusitado acierto desde el triple (11 de 18). Jayson Tatum era el gran abanderado de Boston, como lo fue durante todo el partido, con la inesperada y positiva sorpresa que fue la primera parte de Luke Kornet en su estreno en el Garden.

Al final del tercer cuarto, todo seguía casi igual, 81-88, con Zion Williamson y Brandon Ingram llevando las riendas de su equipo, que empieza a defender un poco mejor que como lo hizo en muchos pasajes de la temporada, una mejora que no se antoja complicada viendo el ínfimo nivel de estos Pelicans en algunos momentos del curso.

Fue en el inicio del cuarto final cuando pareció romperse el encuentro. Pelicans se llegó a poner con 17 de ventaja en los peores momentos de Boston (89-106).

El partido parecía encaminarse a un triunfo cómodo de los visitantes, que dominaban 94-110 en la recta final del choque, pero en ese preciso momento llegó una reacción notable de los locales, que con un parcial de 13-0 se pusieron 107-110 con un triple de Tatum cuando solo restaban 51 segundos para el final. Fue entonces cuando los aficionados de Boston se hicieron sentir más, cuando renació la esperanza en la grada. Y en eso quedó, en esperanza.

Porque a 33 segundos del final surgió Brandon Ingram con un tiro crucial para poner el 107-112. Poco después llegó la expulsión de Marcus Smart que regaló un tiro libre a New Orleans en un momento muy delicado, y entre unas cosas y otras se le fue el partido definitivamente a unos Celtics que no se sabe muy bien hacia dónde se dirigen.